De izq. a dcha. Miguel Ángel Auladell, Eva Valero y Javier OrtegaALICANTE. "Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas. Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano". Estados de ánimo es uno de los poemas del escritor uruguayo que viste las paredes de las instalaciones del Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti (CeMaB), una entidad perteneciente a la Universidad de Alicante (UA).
Este 2019 el centro celebra sus 20 años de trayectoria, un aniversario que "se recibe con mucha satisfacción y alegría por el recorrido realizado hasta la actualidad", expone Eva Valero, la directora del CeMaB desde el 2012. La institución se creó en 1999, dos años después del nombramiento de Benedetti como doctor Honoris Causa por la universidad, pero Valero subraya que aunque el centro lleve el nombre del poeta "eso no implica que esté dedicado a su obra, pese a que también constituye un objeto de estudio y divulgación, sino que", puntualiza, "se trata de un centro de estudios literarios iberoamericanos en general".
Al acto de celebración asistirán Luis García Montero, Juan Cruz y Jesús García Sánchez, tres personas cercanas a Benedetti Coincidiendo con los diez años de la muerte del poeta, el 17 de mayo es la fecha elegida para conmemorar el acto del veinte aniversario, en el cual van a contar, revela la directora, con "tres personas muy allegadas a Benedetti", como son Luis García Montero, poeta y director del Instituto Cervantes; Juan Cruz, periodista y escritor "que tuvo una grandísima relación" con el uruguayo; y Jesús García Sánchez, el director de la editorial Visor, "el mayor editor de la poesía de Benedetti y el encargado de gestionar el traslado de la biblioteca personal del poeta a la UA", recuerda Valero.
En el balance de estas dos décadas, la directora considera que han logrado "convertirse en un centro de referencia internacional sobre el latinoamericanismo en España", ya que han contado con la presencia de grandes literatos como los Premios Cervantes Juan Gelman y Sergio Ramírez, y otros célebres escritores "de primera fila" como Augusto Roa Bastos, Gonzalo Rojas o, con un carácter más reciente, Raúl Zurita, Homero Aridjis, Ezio Nayra, Héctor Hernández Montesinos, Cecilia Eudave o Marta Sanz, enumera Valero. Y garantiza que "la intención es seguir con esta proyección internacional del latinoamericanismo español y mantener la relevancia del Centro y de la Universidad en los estudios literarios latinoamericanos".
Pese a que el eje central del CeMaB lo constituyen los escritores, una presencia que ha resultado fundamental para el desarrollo del centro con el fin de llevar a cabo toda una actividad académica y cultural dedicada a la temática cultural, literaria y latinoamericana", considera la directora, también existe una segunda línea de actuación, que se encuentra ligada a "la actividad académica de tipo congresos, seminarios, colegios de especialidad u otro tipo de actividades de divulgación literaria" en las cuales entran en contacto con distintas instituciones que poseen un sesgo similar al del CeMaB, expone.
Un ejemplo cercano de esta actuación es la actividad que se realizó el pasado 27 de marzo, en la que participó el director gerente de la Fundación Miguel Delibes, Javier Ortega, quien "explicó el modelo que sigue la Fundación para la gestión y la conservación de un legado tan importante como el de Delibes", explica Valero. Esta herencia está dividida en dos categorías, siendo la primera "el legado material del escritor, que son sus manuscritos, sus premios, sus objetos personales y su biblioteca," la cual digitalizaron desde la propia fundación y, la segunda, "la parte inmaterial, es decir, los valores que le son reconocidos por todo el mundo, como la solidaridad, el compromiso ético, el apoyo a los más desfavorecidos, además de su imagen personal", detalla el director de la Fundación.
Es a partir de estos valores por los cuales diseñan una serie de actividades que tienen como objetivo "difundir y fomentar los estudios en torno a la figura y la obra de Miguel Delibes", comenta Ortega, constituyendo la Fundación "una prolongación del escritor y situándose lo más cercana posible al que fue el espíritu, el pensamiento y la vida de Delibes", sostiene.
