firma invitada / OPINIÓN

2017, redescubrimos la mar. Del Medsea al clúster

Tengo pocas dudas sobre que el atractivo definitivo de la Comunitat Valenciana esté en nuestra mar y nuestro clima

2/04/2017 - 

Como alicantino de “soca i arrel” no dudo de la belleza de varios de nuestros parajes, ni de la excelencia de nuestros arroces, pero como nos pasa a casi todos, tengo pocas dudas sobre que el atractivo definitivo de la Comunitat Valenciana esté en nuestra mar y nuestro clima. Al que viene del duro asfalto, de las semanas y meses encapotados, del despacho y la rutina, ponerse en mangas de camisa, meter los pies en la orilla y disfrutar del mar, le parece el nirvana.

Desde luego que este trozo del Mediterráneo no es el único, hay más costas, pero este litoral nuestro es singularmente bueno, accesible y cálido. Tampoco esto es novedad alguna, llevamos casi un siglo cultivando el turismo playero y al menos varias décadas intentando añadirle otras ofertas complementarias, con éxito aceptable, ciertamente.

No debiera sorprendernos que el ingrediente esencial de nuestra fórmula, el elemento intocable, el mar, recibiera por nuestra parte tratamiento de “Molt Honorable” y astro rey de nuestra riqueza “nacional”. Razones sobran, porque, para más inri, entre Dénia y Torrevieja concentramos tal cantidad de marinas, puertos deportivos e instalaciones o lugares de ocio marítimo que podemos, sin mucha modestia, reclamarnos como uno de los músculos centrales del sector marítimo-recreativo de Europa.

De los veintiuno mil amarres que tiene la C. Valenciana, unos trece mil están en la Costa Blanca, y si vemos otras actividades como el windsurf, paddlesurf o buceo, casi el setenta por ciento de las licencias están aquí también. Sumemos a eso el icono de la Volvo Ocean Race, un calendario de regatas cada vez más completo, un gran puerto comercial que es el auténtico escaparate de la ciudad de Alicante, poblado de veleros y barcos, un abanico de empresas nada desdeñable que ofrecen desde un paseo en kayak en Santa Pola, pasando por excursiones de buceo en Altea o clases de surf en Xàbia, un centro náutico como Dénia, y tengamos en cuenta la posibilidad de disfrutar de todo esto prácticamente el año completo… nos daremos cuenta de que, a poco que se cuide y atienda, tenemos un sector atractivo y con mucho recorrido.     

En el MedSea, el I Salón Internacional de Actividades Acuáticas celebrado en IFA el 25-26 de marzo, se habrá podido comprobar que hay una oferta interesante, muchos pequeños y medianos operadores de un sinfín de deportes, actividades y  formas de disfrutar de nuestra mar que muy pocas veces se han visto juntos, que muy pocas veces se han valorado en toda su importancia e interés. La afluencia -espontanea, primeriza- de público, también ha hablado por sí misma.

Ahora bien, creo firmemente que tanto el Salón MedSea, como +Mediterrània Cluster Marítim, nacidos ambos el 2017, ambos en la Costa Blanca, ambos con vocación actual, despolitizada y con voluntad de expansión, deben marcar una ruta donde se vaya sustanciando que:

Dentro de la C. Valenciana y dentro del Mediterráneo, la Costa Blanca aspira a ser un espacio protagonista, de capitalidad, de centro neurálgico.

Que no se trata –solamente- de un sector complementario, sino también de un sector económico per se, el marítimo-recreativo, con necesidades propias y dinámicas propias, un sector con sus particulares expectativas.

Que el sector tiene posibilidades de crecimiento si se eliminan impedimentos, barreras, elitismos que no aportan nada; no ha lugar para partidismos, ni monopolios. Nuestra mar ha de llegar a un amplio arco de población, desde el que quiere gastarse 20 euros hasta el que vive en Munich y necesita tomarse un respiro.

Que el reto es crear sinergias que den más productos fiables, atractivos, sea para el cuidado, reparación, amarre, aprendizaje o mantenimiento de una embarcación, como para hacer una inmersión, pasear sobre una tabla, aprender sobre el medio marino, practicar inglés en un surf camp, o plantearnos una “Semana Azul” igual que patrocinamos una Semana Blanca, y para todo ello necesitamos el apoyo de nuestras Administraciones públicas.           

Que podemos y debemos ver el mar no como esa masa azul que nos refresca después de estar en la arena, sino como un espacio activo, natural, con múltiples formas de disfrute, atractivo y un medio sostenible de riqueza.

Espero sinceramente que el rumbo emprendido este año por tantos interesados, emprendedores, usuarios, visitantes, deportistas, operadores y profesionales, de la mano de Ayuntamientos, Diputación y Generalitat, nos haga redescubrir el mar como recurso, patrimonio y protagonista. Lo visto en el MedSea y en el Cluster Marítim apuntan a ello.

*Fernando de Rojas es presidente de +Mediterrània +Costablanca Cluster Marítim

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