adiós al quantitative easing (QE)

Draghi anuncia la retirada de los estímulos monetarios para el próximo mes de diciembre

El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha alejado la posibilidad de una subida de los tipos, que se mantendrán al nivel actual "al menos hasta el verano de 2019"

14/06/2018 - 

RIGA (EP). El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha acordado en su reunión de este jueves, celebrada excepcionalmente en Riga, poner fin al terminar 2018 a sus compras de activos, mientras que ha alejado la posibilidad de una subida del precio del dinero al apuntar que los tipos de interés se mantendrán al nivel actual "al menos hasta el verano de 2019".

El presidente de la institución, Mario Draghi, explicó que los miembros del órgano de Gobierno del BCE adoptaron su decisión de manera "unánime", recordando que este programa de compra de activos "no desaparecerá", ya que pasará a incorporarse como un instrumento más a la caja de herramientas del banco central. Todo ello después de mantener los tipos de interés en mínimos históricos.

En la decisión del BCE, el banquero romano destacó los sustanciales progresos realizados hacia un ajuste sostenido de la inflación, confiando en que en los próximos meses continuará el proceso de convergencia de la subida de precios hacia el objetivo de la entidad, cerca, pero por debajo del 2%, y que será capaz de mantenerse incluso después de la retirada gradual de estímulos. No obstante, a pesar de la caducidad anunciada para el programa de compras de la entidad, Draghi recalcó que el BCE sigue listo para ajustar todos sus instrumentos si fuera necesario. Asimismo, el presidente del BCE reiteró que la institución mantendrá su política de reinvertir los vencimientos de los distintos programas de compras "durante un extenso periodo de tiempo" después del final del plan de compra de activos al concluir 2018.

Un euro fuerte

"El Consejo de Gobierno comparte la intención de evitar un endurecimiento no buscado de las condiciones financieras", aseguró Draghi para disipar los temores a una retirada del BCE más brusca de lo esperado, añadiendo que, a pesar del final de su intervención en el mercado, "el euro es irreversible porque es fuerte y la gente lo quiere".

Por otro lado, los economistas del BCE han revisado a la baja su previsión de crecimiento para la eurozona en el presente año, que se sitúa en el 2,1%, frente al 2,4% que anticipaba el pasado mes de marzo, mientras que ha incrementado su expectativa de subida de precios al 1,7% desde el 1,4%, según anunció Mario Draghi. De cara a los dos siguientes ejercicios, el BCE mantiene sus pronósticos de crecimiento del PIB de la eurozona en el 1,9% en 2019 y el 1,7% en 2020, mientras que ha elevado en tres décimas la previsión de inflación para el próximo año, hasta el 1,7%, manteniendo sin cambios en el 1,7% la subida de precios proyectada para 2020.

En cuanto a la situación de la economía de la zona euro, Draghi subrayó que los riesgos se mantienen equilibrados en general, apuntando que las incertidumbres para el crecimiento están vinculadas a factores globales, "incluyendo la amenaza de un mayor proteccionismo", que se han hecho "más prominentes" y apuntando la necesidad de prestar atención a la persistente volatilidad del mercado.

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