ENTREVISTA A José Luis santa Isabel, presidente de la federación de contratistas fecoval

"El 30% de las inversiones pendientes de la Comunitat se puede hacer con capital privado"

30/01/2017 - 

VALENCIA. Poco queda por ya contar sobre el hundimiento de la construcción de los últimos años, una crisis que fue particularmente dura para los contratistas de la obra pública, los que dependen directamente de la maltrecha administración. Donde trata ahora de poner el acento el sector es en las soluciones al problema, unos remedios que, según el presidente de la patronal Fecoval, José Luis Santa Isabel, pasan por la inversión privada. Un informe de Cierval -cuya presentación se prevé para los próximos meses- cifra en 20.700 millones las inversiones que necesita la Comunitat, de las cuales el 30% podrían ser impulsadas desde el sector privado, según el dirigente.

-¿Está licitando obras el Consell?

-Esa es una pregunta con malicia... La Conselleria de Obras Públicas tiene un presupuesto adjudicado para este año 2017 de 98 millones de euros. Básicamente lo que va a licitar este año -algo lo ha licitado ya- es de conservación de carreteras -3 contratos en Castellón, 3 en Valencia y 2 en Alicante-. Ese es el grueso. Luego hay obras menores... pero vaya, las condiciones económicas de la conselleria son nulas. Por dos motivos: porque tiene mucho presupuesto comprometido de obras que se hicieron años anteriores con pago aplazado y por las estrecheces económicas de esta Comunidad, diferidas de una infrafinanciación que todo el mundo conoce. Nuestra conselleria, a de Vivienda y Obras Públicas, en este momento no soporta la inversión. Por eso hay que acudir a otras fórmulas, que es lo que nosotros proponemos.

-¿Se refiere a impulsar obra pública desde la iniciativa privada?

-Estamos ante una dicotomía funcional. Necesitamos muchísima inversión. Nosotros estamos involucrados en un estudio que pronto se conocerá -elaborado por Cierval y del que ya publicó un avance en Valencia Plaza- en el que se cifra en más de 20.000 millones las inversiones pendientes en la Comunidad. La inversión sólo puede venir por tres caminos: por parte del Estado- que no nos está financiando de acuerdo con el peso de nuestra autonomía-, los fondos que pueda destinar la propia Generalitat, y en tercer lugar los que se puedan obtener del capital privado y de Europa. Mientras a la administración le faltan fondos hay muchos capitales -no voy a decir ociosos pero sí disponibles- en el mundo privado. Si esos dos mundos no los logramos unir no vamos a poder hacer todo lo que tenemos que hacer.

-¿De las inversiones pendientes que se recogen en el informe de Cierval, cuántas podrían desarrollarse con capital privado?

-Alrededor de un 30% de las inversiones pendientes se puede hacer mediante colaboración público privada, nosotros las hemos estudiado. Pero tenemos que establecer el marco jurídico apropiado para que esto pueda suceder. También necesitamos tener bien listos los proyectos. Aquí vienen muchos fondos que están dispuestos a invertir en infraestructuras rentables. Pero no tenemos los proyectos planificados para articular esta fórmula.

"Vienen MUCHOS fondos dispuestos a invertir en infraestructuras, pero no tenemos los proyectos planificados para ARTICULAR esta fórmula"

Con la crisis nos hemos quedado paralizados. No sólo hemos sufrido la crisis sino que además hemos sufrido una parálisis en paralelo. Hay que mover la máquina, hay que poner esta Comunidad a trabajar. Una cosa es que tengamos que protestar, porque es verdad que sufrimos una infrafinanciación y que hay que recuperarla. Pero tenemos que impulsar nuevas ideas. Hay que borrar la línea entre lo privado y lo público. Aquí no hay parte privada ni pública, se trata de un problema común de la comunidad valenciana que tenemos que abordar juntos. Si logramos atraer capital privado, planificar bien las obras, empaquetarlas bien en programas y llevárnoslas a Europa en busca de financiación europea podremos abordar esos proyectos de más de 20.000 millones que hace falta acometer en los próximos 10 años.

-¿Qué obras concretas pueden hacerse mediante esta fórmula?

-En nuestro estudio se incluyen prioridades de inversión. Hemos procurado establecer un orden que sirva a todos de base, dar prioridad a aquellas obras que están ya en una fase muy avanzada o que tienen un coste/beneficio prioritario. Hay tres o cuatro campos fundamentales, sin desmerecer ningún otro. Son transporte, agua... En materia de agua resulta que, en la Comunidad, de 105 hectómetros cúbicos que depuramos actualmente un total de 95 los tiramos al mar, porque es de mala calidad y porque cuesta mucho dinero impulsarla a la red de regadíos. Deberíamos ser capaces de revertir esta situación para aprovecharla, para convertir esta agua en útil. Aquí hay una oportunidad, porque con energías renovables cuesta menos, muy poco, alrededor de 30 millones de euros de inversión. Este sería un contrato perfectamente adaptable a la colaboración público privada, por ejemplo.

-¿Algún otro ejemplo más?

-Las zonas logísticas que abastezcan al Corredor Mediterráneo... la parte de la explotación del propio corredor también se podrían hacer... Se habla también ahora, por ejemplo, del rescate de la autopista AP-7, cuyo mantenimiento cuesta 60 millones de euros al año ¿Quién lo va a pagar? ¿Nos vamos a enchufar en 2019 el dinero del rescate de la autopista? A ver si es peor el remedio que la enfermedad. Nosotros abogamos por la viñeta, por el pago de una cantidad por parte de los usuarios que utilicen las carreteras. Creemos que el rescate a lo bruto se debe madurar. Volvería a haber en este caso la posibilidad de una colaboración público privada o de una concesión.

-Vistos nos movimientos del Consell en el campo de la gestión privada de la sanidad o de la AP-7 ¿Cree que tiene opciones la inversión privada en la obra pública de la Comunitat? ¿No existe cierta alergia a este modelo?

"¿Nos vamos a enchufar en 2019 el rescate de la autopista? A ver si es peor el remedio que la enfermedad"

-Hay una parte de responsabilidad privada en esta cuestión. No se ha hecho siempre bien, eso es verdad. Ni por un lado ni por el otro. Ha habido muchos fracasos en la historia de las concesiones, con una culpa que yo creo que es compartida. Tenemos que aprender a utilizar estas herramientas bien. Dicho esto, cabe subrayar que hay una dicotomía en el Consell. Hay una corriente en la administración que está por la colaboración público privada y otra que está menos por la labor. Yo creo que la realidad se tiene que imponer: el sector público necesita del sector privado. El cómo es lo que se debe decidir entre los dos. Hay que ser reflexivos conestas cosas. Puede ser que el corazón te mande una cosa, pero los modelos son más o menos eficaces, ni son mejores ni son peores. Valencia Plaza también publicaba recientemente que el modelo del Hospital de Manises es más eficaz que el de la sanidad pública. ¿Por qué eliminar algo que funciona?

-Si suena tan bien, si con esta fórmula los políticos podrían reimpulsar obras olvidadas a las que no llegan los fondos públicos ¿por qué creen que no se recurre a esta fórmula?

-Es un problema de decisión política, pura y dura. Hay que mirar más hacia delante. Nuestros políticos son cortoplacistas. Tienen una serie de legislaturas a las que aspiran a estar y proyectan para esa serie. Pero la sociedad no es cortoplacista. Los diferentes partidos políticos tienen que establecer una base, llegar a un acuerdo.

-¿Se ha avanzado algo para adaptar la legislación al desarrollo de infraestructuras con capital privado?

-Hay una parte mala y una parte buena. La mala es que por el año preeelectoral y el de bloqueo que que hemos tenido, que han sido dos años de ralentización administrativa, no hubo tiempo de transponer la directiva europea sobre las concesiones.

El 14 de abril asumimos en bloque la directiva europea, que es tremendamente dura para la parte privada, tanto que las empresas huyen de esta directiva porque casi todos los riesgos se le trasponen a la parte privada, cuando deben ser en cierto modo compartidos. La parte buena es que desde la CEOE se ha hecho un escrito al ministerio proponiéndole una adaptación que recoja que los riesgos tienen que ser compartidos. Vamos a intentar acoplar esta ley para poder atraer el capital privado.

-¿Por qué en otros países sí triunfa este modelo?

-Los países que han empezado a utilizar la herramienta de la colaboración público privada hace poco y que no tienen historia la están utilizando masivamente. También hay países que tienen muchísima tradición, en la que pasaron por las fases de utilizarla mal y que ahora lo están haciendo como toca. Nosotros todavía estamos pasando por este camino. Hay miedo a esto, pero el miedo sólo se supera si se tira hacia delante y se logra avanzar.

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