El consell prevé triplicar el déficit autorizado, que es el 0,5%

El Gobierno del Botànic pone fin al 'austericidio' con 500 millones más de gasto en 2017

El Gobierno valenciano aprueba, después de un lustro de recortes y contención, un proyecto de presupuesto expansivo de 17.725 millones de euros, un 3,3% superior al de este año, con incremento de gasto en todas las consellerias

29/10/2016 - 

VALENCIA. Austericidi, en valenciano, es el neologismo que popularizó el hoy presidente de Les Corts, Enric Morera, en su etapa de portavoz de Compromís para criticar la política de recortes del Gobierno popular de Alberto Fabra (2011-2015). Etimológicamente estaba mal construida, puesto que el sufijo -cidi (o -cidio en castellano) significa "acción de matar" y el significado sería "matar la austeridad", pero todo el mundo entendió que iba contra los recortes y así acabó usándose hasta por el propio Fabra. 

De ahí que el titular de este artículo de análisis no pueda ser: El Consell practica el 'austericidio', porque se habría entendido al revés, y deba permitirse la licencia de jugar con la . Pero eso es precisamente lo que hizo este viernes el Gobierno de PSPV y Compromís, poner fin a un lustro de recortes con un proyecto de Presupuestos 2017 expansivo. 

El proyecto que aprobó el Consell de Ximo Puig asciende a 17.725 millones de euros, un 3,3% más que el de este año, lo que en millones supone 573 millones más de gasto. El presupuesto consolidado, que incluye las empresas y organismos públicos, asciende a 18.916 millones, un 2,97% más.   

No obstante, el aumento de gasto real del que dispondrán las consellerias es algo menor, ya que parte del incremento corresponde a un vencimiento de la financiación de universidades de casi 100 millones en bonos que la Conselleria de Hacienda no tuvo en cuenta a la hora de anunciar Ximo Puig en Les Corts, el pasado jueves, que el presupuesto crecería un 2,8%.

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, afirmó que el Ejecutivo se ha negado a "congelar por tercera vez" las cuentas autonómicas, porque sería un "castigo añadido" a los valencianos, quienes tienen "todo el derecho del mundo" a que la media per capita que reciben del Estado se acerque a la media de las comunidades autónomas.

En la misma tesis abundó la vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, quien manifestó que los primeros Presupuestos de este Consell se centraron en "atender las emergencias y las urgencias sociales", y ahora se incrementan los esfuerzos en el nuevo modelo productivo "para situar a la Comunitat al frente del crecimiento económico".

No se molesta en tratar de cumplir con el déficit

Esta es la razón por la que el presupuesto es expansivo a pesar de que la Generalitat tiene la obligación de ajustarse a un déficit del 0,5% del PIB, que el propio Soler ya adelantó en la rueda de prensa que no va a cumplir. Según dijo, la estimación de déficit previsto es del 1,4%, que en su opinión supone un esfuerzo "terrible", ya que supone bajar un punto desde el 2,59% del PIB con el que se cerró 2015. "Estamos cumpliendo la Ley de Estabilidad Presupuestaria en la filosofía, pero no en la literalidad por nuestra particularidad financiera", justificó.

La manera que tiene el Consell de lograr un presupuesto con más gasto, que se ajuste al déficit autorizado del 0,5% -541 millones de euros- pero que a la vez vaya a incurrir en un déficit real del 1,4% es la famosa partida de ingresos ficticios de 1.325 millones

Entre los beneficiarios del aumento de gasto están los funcionarios y empleados públicos, aunque todavía no saben en qué medida ni en qué momento. Los gastos de personal crecen un 2,3 %, hasta los 5.425 millones de euros, que incluyen 120 millones para garantizar los derechos de los empleados públicos, una provisión de 80 millones para el aumento de los sueldos cuando se concrete -se prevé que será del 1%, pero eso lo debe decir el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy- y 26 millones para dotar la carrera profesional.

El capítulo 2 (gastos de funcionamiento) crece por encima de la media, un 4,9%, pero Soler explicó que esto es engañoso, porque parte del incremento no es real, como no son reales los presupuestos de la Generalitat a lo largo de este siglo. El motivo es que los gastos de Sanidad desbordan desde hace años todas la previsiones y aunque cada vez se está más cerca de presupuestar de acuerdo con las necesidades reales, todavía hay facturas que forman parte del déficit crónico de la Comunitat -la famosa cuenta 409- y que se pagan gracias al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Lo mismo ocurre en transferencias corrientes, que crece un 7,5%. Soler destacó el aumento de 127 millones en gasto farmacéutico como parte del proceso por reflejar gastos en este ámbito no reconocidos en los presupuestos de ejercicios precedentes.

El absurdo castigo de Montoro

En el gasto por capítulos destaca el incremento del 40,7% de los gastos financieros, debido, según el conseller, a que la Comunitat pasará a pagar intereses por los préstamos del Estado -el FLA- al ser una de las comunidades incumplidoras del objetivo de déficit. El conseller cargó en este punto contra el ministro Montoro, ya que se da la paradoja de que se castiga a la Comunitat por ser incumplidora de un compromiso que no puede cumplir, como ha reconocido el propio Ministerio, debido a la infrafinanciación, de manera que con el castigo se ponen aún más trabas para alcanzar el objetivo.

Otro de los aumentos más destacados, después de años de penurias -aunque las cifras no son para echar cohetes- es el de inversiones (capítulos 6 y 7). Las inversiones reales (6)  se incrementan un 30%, con 491 millones de euros, con 64 millones destinados a Educación para suprimir barracones y 71 millones a avanzar en la implantación de la administración electrónica.

El capítulo 7, transferencias de capital, que engloba las inversiones indirectas a través de entidades o empresas públicas, aumenta un 40,2%, por lo que el aumento global de inversiones alcanza el 35,1% y se acerca a los 1.000 millones de euros, concretamente, 976 millones.

Gastos diversos, la 'conselleria' que más crece

Por departamentos, Presidencia crece un 20%, hasta 253 millones, debido a que por primera vez se incluye una dotación real para el Fondo de Cohesión Territorial de 40 millones. El otro motivo del incremento es el apoyo al turismo, con un incremento del 19,7% en la dotación de la Agencia Valenciana de Turismo.

Vicepresidencia e Igualdad suben un 7% (1.048 millones), con una dotación para la dependencia de 247 millones y de 278 para centros de mayores; Hacienda sube un 16% hasta los 286 millones, de los que el Banco de la Generalitat se llevará 5,2 y el Instituto de Administración Tributaria, 45; Justicia y Administración Pública absorbe 291 millones, el 6% más; Educación y Cultura, 4.527 millones, el 5% más; y Sanidad, 6.084 millones, el 3% más.

La Conselleria de Economía, con 367 millones y un 9% más, destinará 113 millones a política industrial; Agricultura y Medio Ambiente tendrá 316 millones, el 6% más; Vivienda y Obras Públicas, 354 millones, el 8% más, que incluye la puesta en marcha de la Ley de función social de la vivienda y la Autoridad Metropolitana de Transporte; y Transparencia que, con 34 millones, el 31% más, dedica 18 millones a cooperación internacional.

La Conselleria de Manuel Alcaraz es la de menor presupuesto y la de mayor crecimiento, aunque le supera la sección de Gastos Diversos, con un aumento del 85,4%. Esto se debe a que en esta sección se han incluido los presupuestos de la nueva Corporación Valenciana de Medios de Comunicación -55 millones de euros-, la Agencia de la Innovación -28- y la de Seguridad y Respuesta ante las Emergencias , con 1,2 millones.

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