La dispensa de constitución de garantías, como opción para el Hércules

Foto: Juan Carlos Soler
10/06/2017 - 

ALICANTE. Las cosas no marchan en el Hércules como Juan Carlos Ramírez preveía hace cinco semanas, a juzgar por sus declaraciones en la primera rueda de prensa que ofreció como presidente.

En vista de que su "última oferta" no parece haber seducido a la Agencia Tributaria que ni siquiera ha dedicado un minuto a denegarla (algo que ha terminado por agotar la paciencia del empresario vasco que como contábamos el jueves se plantea dirigirse directamente al fisco para obtener una respuesta) y las presiones ejercidas desde los despachos de algunos políticos (y mucho menos las amenazas de liquidación voluntaria de la sociedad) tampoco han surtido el efecto deseado en Hacienda, bien haría el Hércules en buscar una alternativa para resolver el entuerto que representan los 4,3 millones de euros que le adeuda.

La Agencia Tributaria, como el resto de acreedores (con la salvedad de la Comisión Europea y su política de recuperación), agotará todas las posibilidades para cobrar por lo que, como ya hemos visto estos meses, no va a solicitar la liquidación del Hércules porque no se le pague salvo que ya no tenga más remedio y para eso queda un tiempo aún. Eso sí, el no lograr cerrar con el fisco un nuevo convenio singular y, por tanto, que los bienes y derechos del club (aunque sean más bien escasos, empezando por el dinero que queda en las cuentas que es cero) estén embargados, constituye un serio problema para el funcionamiento de la entidad (pensemos en los trabajadores que no han cobrado todavía su nómina de mayo o en la imposibilidad, por razones obvias, de poner a la venta los abonos para la próxima temporada). 

Esta semana, a petición de Alicante Plaza, el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) se pronunciaba sobre la postura que está manteniendo el Departamento de Recaudación de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes con el Hércules y hacía un análisis de su situación como deudor tributario. Los técnicos advertían que no es ningún capricho que para la celebración de un nuevo convenio singular se le pida al club que presente un aval bancario por el total de la deuda a aplazar, que se trata de una exigencia legal y que si bien subsidiariamente la ley recoge la posibilidad de aceptar garantías reales, la experiencia del Departamento lo desaconseja. Ahora bien, desde Gestha también hacían referencia a que en el marco legal aplicable se contempla que el deudor pueda solicitar una dispensa de garantías (de hecho reconocían que cuando al Hércules no se le exigió por parte de los técnicos garantía alguna en la negociación previa se debió a lo anterior).

El artículo 82.2.b) de la Ley General Tributaria, establece la posibilidad de conceder "una dispensa de constitución de garantías si el obligado carece de bienes, si la ejecución de su patrimonio pudiera afectar sustancialmente al mantenimiento de la capacidad productiva y nivel de empleo o producir graves quebrantos para la Hacienda Pública". 

Obviamente, para acogerse a esa posibilidad, habría de ser el Hércules no solo quien solicitase la dispensa, también quien formulase en solitario (no Juan Carlos Ramírez o Enrique Ortiz) una propuesta.

Es muy cierto que Soledad García, la directora general de Recaudación envió en marzo un borrador de convenio en el que se contempla solo como alternativa al pago inmediato de toda la deuda, la presentación de un aval bancario a primer requerimiento para acceder a un pago fraccionado de la misma, pero el club no debería renunciar a intentar que se le otorgue la citada dispensan porque es evidente que a él sí que no le van a conceder nunca un aval bancario de ese importe...

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