Supersticiones y recuerdos

14/02/2018 - 

ALICANTE. Día de revolución en el Hércules. Una revolución retro, de las que me gustan, he de confesar. Y es que a uno se le vienen recuerdos de niño a la cabeza cuando resuenan nombres como el de Quique Hernández o Josip Visnjic. Cuántas tardes, cuántas horas, cuántas partidas al PC Fútbol. Recuerdos encontrados. Como el de pasar de la edición 2000 de este mánager al 2001, congratularse de la mejora de la jugabilidad, pero llevarse la mala noticia de no encontrar al serbio en el Hércules. Bueno, ni a Palomino, que se marchó al Benidorm, con una incomprensible rebaja de su media. Eso sí, me resarcía fichando para nuestro Hércules a Paco, carismático guardameta del Novelda, y mejor arquero del grupo.

Recuerdos encontrados, como los que protagoniza el hoy nuevo presidente del Hércules. Ramírez ha cedido el testigo a uno de los grandes nombres de la historia blanquiazul, al entrenador que más partidos ha dirigido al conjunto alicantino, y protagonista de alguno de los mejores y también peores momentos de la historia reciente del club. Del ascenso a Segunda en el 93, el partidazo en el Camp Nou, el milagro de la permanencia en la 12-13, y el descenso posterior. Hombre capaz, de fútbol, diplomático, y que tiene mucha experiencia que poner al servicio de la entidad. Además, con la responsabilidad de devolver al club alicantino al fútbol profesional, que nunca jamás debió abandonar.

Por la mañana hablábamos de presidente, y a última hora de la tarde de entrenador. El Hércules hacía oficial el gran rumor que corría por la capital alicantina. Josip Visnjic era confirmado como entrenador del conjunto blanquiazul, sucediendo en el cargo a Claudio, que recogió el testigo a su vez de Siviero. Tres entrenadores en una temporada. El serbio tiene el reto de meter al equipo en promoción de ascenso, y para ello debe devolver la confianza a una plantilla deprimida, sin fe, y que está rayando muy lejos de su nivel. El balcánico tiene un imposible por cumplir, eso sí, con el apoyo de la afición. La masa social herculana ha recibido con buenos ojos al de Belgrado, hombre que conoce la casa, ya entrenó al primer equipo, hizo lo propio con las categorías inferiores, y que lleva viendo al conjunto durante todo el año. Afincado en Playa de San Juan, por cierto, algo tendrá esta tierra.

El nombre por nombre está muy bien, pero siempre toca ir más allá. La decisión de Ramírez de ceder a Quique el sillón presidencial me deja dudas. El empresario automovilístico, con inversión en el club, es aficionado al primer plano, al protagonismo, aunque ahora queramos decir lo contrario. Hay quien dice que es poco diplomático, a mí, personalmente, no me lo parece. También es verdad que yo soy buen tipo, a veces demasiado. Su gestión al frente de la entidad es otro cantar. Le tocaron tiempos de guerra. Con Hacienda, el IVF y hasta con Europa. Frentes sin cerrar alguno de ellos, y que tendrá que heredar el presidente saliente, con su consejo, con los accionistas, los que están, y los que no aparecen. El entrenador me gusta, no me deja dudas. Solo espero que no se fagocitado por las urgencias.

Miren, ahora que leo lo que acabo de escribir, las dudas que me deja el cambio en la presidencia responden más a una curiosidad peligrosa que a otra cosa. No tengo ninguna duda de las buenas intenciones y del buen hacer de Quique Hernández. Que el Chepa le asista. Y a Visnjic, que le hagan caso. Desde luego, y si Claudio no nos engañaba, no es lo mismo pasar de las órdenes del valenciano, con todos mis respetos, que ignorar al serbio. Parte de la historia de este club. Desde luego, con Josip no va más. Trece finales, llegando un martes trece, en el Hércules, en el insondable nerviosismo alicantino, en las terribles urgencias blanquiazules. Si alguien puede con esto, es un balcánico.

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