socialmente inquieto / OPINIÓN

Alicante en 1920. Hace cien años…

7/12/2020 - 

¿Qué pasó hace cien años en aquel Alicante de 1920?. Muchas cosas, ya verán. Permitan que inicie este escrito con la mención de una persona de aquella época que tiene relación directa con una de las protagonistas de mi artículo en este periódico de la semana pasada. Tenía un hermano de nombre Jesús Bendito. Este dato despertó mi curiosidad sobre quien era ese personaje, en qué momento de la historia de Alicante participó en su devenir cotidiano y que pasó en ese año en esta ciudad. Aquí les dejó algunas de mis pesquisas.

Jesús Bendito de Elizaicin y España fue concejal del Ayuntamiento de Alicante desde las elecciones del 8 de febrero de 1920, por el Partido Conservador, elegido para dos años durante la XIX y XX Legislatura de la Restauración. En ese año, Alfonso XIII era el Rey de España y Eduardo Dato el Presidente del Gobierno. En Alicante ganó el Partido Liberal representado por Antonio Bono Luque como alcalde de la ciudad. Aunque el Partido Liberal obtuvo la mayoría absoluta, gobernó en coalición con el Partido Conservador. Eran tiempos convulsos en los que había que arrimar el hombro en busca de soluciones. Cuánto tenemos que aprender de nuestros mayores, ya ven. Esa Corporación Municipal se formó el 1 de abril de 1920 y terminó después de la sesión plenaria de 31 de marzo de 1922.

Desde aquí empiezo un apasionante recorrido por algunos de los acontecimientos de la vida cotidiana de Alicante en ese año, al que le invito a acompañarme.  

Hace un siglo Alicante tenía una población de 63.882 personas, seguida de Alcoy con 36.463, Elche con 33.167, Orihuela con 17.180, Villena 15.344, Denia 12.612, Novelda 11.994… La población alicantina, según el historiador Vicente Ramos, se dedicaba a la industria, el transporte, el comercio, la agricultura y había un número muy escaso de funcionarios de la administración pública.

Ese año era Gobernador Civil de la provincia Federico Dupuy de Lome, el Gobernador Militar era Fernando Moltó y el presidente de la Diputación fue Camilo Llopis Pastor.

1920 empezó con un 1 de enero revoltoso con una extraordinaria tormenta de lluvia y de viento, de esas que estamos tan acostumbrados los alicantinos, que hacen tanto daño y que da que hablar por los estragos que produce. Ese día el viento arrancaba del suelo todo lo que encontraba débil a su paso, como árboles y campos de cultivo e hizo volar diverso mobiliario urbano, además de rótulos, marquesinas... En el puerto varias embarcaciones sufrieron sus consecuencias. Así, el vapor Buckhanmon y el Almiral, ambos de bandera de EEUU, tuvieron diversos daños, además de que el primero chocara contra el muelle y del segundo vieron caer por la borda a su tercer maquinista que apareció ahogado al día siguiente. A su vez, el velero San Antonio se hundió, además de otras embarcaciones más pequeñas que se habían soltado de sus amarres. Alicante quedó aislada por tierra y por mar, incluso sufrió un corte telefónico durante 24 horas. Vaya comienzo de año tan accidentado, me dirán ustedes.

El Diario de Alicante se hacía eco del fallecimiento de Benito Pérez Galdós, afirmando el lunes 5 de enero que fue "el más grande de los escritores españoles contemporáneos". En Alicante, como otras ciudades españolas, se realizaron homenajes a su trayectoria humana y literaria.

Ese año también lo fue de huelgas y se iniciaron pronto. Así, el 7 de enero el Sindicato de Transportes Marítimo-Terrestre difundió un comunicado por el que autorizaba a los comerciantes a retirar las mercancías del muelle del puerto porque se quería "dar la sensación al comercio en general de que por encima de la intransigencia despótica de compañías explotadoras, está la dignidad del obrero organizado". Vaya manera de reivindicarse. Días después se sumaron a la huelga fábricas, talleres, panaderos… Las calles se calentaron con mucha presión social y hubo diversos disturbios. Estos altercados produjeron detenciones de huelguistas por desorden público que fueron llevados a los calabozos del castillo de Santa Bárbara. Después de una semana se calmaron los ánimos y cesó la delincuencia callejera. El 23 de mayo se sumaron a la huelga los ferroviarios, junto a sus compañeros de toda España. El 10 de junio abandonaron el muelle los empleados de las sociedades La Terrestre, La Paz y La Marítima disconformes con los afiliados a la Defensa, del Sindicato Católico.

El 1 de abril Alicante fue parte de un acontecimiento novedoso y extraordinario, junto con Barcelona y Málaga: se inauguraba el primer servicio postal aéreo español. Nada menos. La Compañía francesa Latecoere hacía el servicio. En su publicidad manifestaba "Primer Correo Aéreo Nacional. Barcelona-Alicante-Málaga unidas al mundo entero por vía aérea". Se sumaban a esta ruta las ciudades extranjeras de Toulose, Tetuán y Rabat. También se podía viajar en sus líneas como pasajero, así el billete Barcelona-Alicante, o el Alicante-Málaga, y a la inversa de cada una, costaba individualmente 280 pesetas. Las autoridades locales celebraron este estreno con un vino español en uno de los salones del desaparecido hotel Reina Victoria en la Explanada. El avión que inició este servicio fue un “Loire” con el número 26, pilotado por el Sr. Vachet.

Una de las organizaciones empresariales más importantes de aquel 1920 fue la Cámara de Comercio que, con sus 3.000 asociados, constituía uno de los grupos de presión social de la ciudad. A través de su "Boletín" opinaba sobre la problemática social, las actividades políticas y las medidas gubernamentales que afectaban al comercio en general. Solidaria con el bienestar de la población y preocupados con los más desfavorecidos de la sociedad, pidió la rebaja del arancel que afectaba a la importación de bacalao por ser "artículo insustituible en la alimentación de las clases más necesitadas de la población", además de mediar como neutral en situaciones en conflicto.

El 25 de mayo se jugó un partido amistoso entre el Hércules CF y el Racing Banaulense ganando el primero con un resultado de 2 a 0. Eran los inicios del equipo herculano de fútbol desde que lo fundara Vicente Pastor Alfosea, apodado “el Chepa”, en 1914.

El Luchador publicó la noticia del apagón general que sufrió la ciudad el 29 de junio, festividad de San Pedro, contando el malestar social contra la empresa eléctrica suministradora del servicio y el Ayuntamiento porque no era la primera vez que pasaba. Muchos alicantinos se quejaron al Alcalde y al Gobernador Civil. Sus reclamaciones no cayeron en saco roto, vean. Federico Dupuy de Lome, Gobernador Civil de Alicante, manifestó en un comunicado en noviembre que por "los abusos intolerables que vienen cometiendo las fábricas abastecedoras de luz a esta Capital, el Gobernador Civil – de acuerdo con la Alcaldía – dispone que el Inspector Municipal del Alumbrado, con todas las facultades gubernativas que le han sido delgadas, actúe en las mencionadas fábricas para que el servicio público y particular de los abonados se preste con las debidas garantías de regularidad".

Continuando con los cambios urbanísticos de la ciudad, el Ministerio de Fomento, por Real Orden de 2 de junio, daba conformidad a la construcción del Paseo Marítimo. A su vez, en noviembre se liberó a la plaza de Isabel II de la verja que la circundaba, ganando perspectiva y comodidad para sus usuarios. Es el año en el que se iniciaron los trabajos para la construcción del edificio de Correos.

El 10 de julio se realizó en Alicante un concurso de libretos de Zarzuela patrocinado por la empresa de espectáculos PLC. El Jurado lo componían Miguel Soler, Enrique Ferré y Eduardo Irles. Premiaron la obra “Flor de la sierra” del murciano Cesar Carrero Illán.

Relacionado con el deporte, se constituyó ese año la Agrupación de Periodistas Deportivos de Alicante. Sus socios se reunieron en Asamblea el 4 de enero poniéndose como objetivo la redacción y organización del programa del Congreso Internacional de Turismo para celebrar en Alicante a final de año. Ese día se nombró a su Junta Directiva presidida por José Agulló.

Ya ven, un resumen de los hechos que se produjeron en Alicante hace cien años. Algunos se parecen a los de ahora, con mucha menos conflictividad social y sin los dichosos y reiterados apagones que tuvieron entonces. Todo evoluciona y es menester que sea a mejor. Que así sea.

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