ELCHE. El Ayuntamiento de Elche y la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), han firmado un nuevo convenio para que esta cuente con mayores recursos económicos por un valor de 12.000 euros. Con él, se pretende trabajar conjuntamente en materia de innovación, la formación y la promoción económica de las empresas asociadas ubicadas en la ciudad. Es decir, el propósito final del convenio es seguir colaborando con el desarrollo económico de la ciudad y que las empresas se puedan alimentar de esta sinergia entre el Consistorio y la asociación.
Actualmente Avecal cuenta con 217 asociados, y más del 60% son de Elche, por lo tanto son actividades que tienen influencia directa en la ciudad, ya que el 66% de la industria de Elche es del calzado; de las 14.500 personas empleadas en el sector industrial, cerca de 9000 personas trabajan en casi 900 empresas locales de calzado. Es un sector que ha tenido que renovarse siempre, y estos tiempos no son menos. Este ha de afrontar el reto de las exportaciones, el comercio online o la transformación digital, una de las líneas que se están trabajando desde la asociación.
En este sentido, organizan muchos talleres, seminarios, cursos formativos y una iniciativa nueva que van a lanzar la segunda quincena de octubre, un congreso de inteligencia competitiva que organizan conjuntamente con la Cámara de Comercio. Además, estará abierto a otros sectores que no son el calzado. En este habrá expertos que introducirán algunos de los aspectos mencionados, además de nuevas iniciativas para las empresas, con el objetivo de que analicen y se cuestionen sus dinámicas. No obstante, en el sector de PYMEs, que son las que hegemonizan Avecal, hay diferentes velocidades, algunas ya tienen proyectos desarrollados con Big Data, marketplaces, tiendas online o redes sociales, mientras que otras aún necesitan un mayor recorrido.
En cuanto a las exportaciones, tienen datos hasta mayo, y la tendencia es similar a la del año pasado, aunque se ha suavizado, como indica la Presidente Ejecutiva de la asociación, María Ángela Cano. En 2016 se rompió la tendencia de crecimiento positivo, ya que desde 2010 a 2015 había un crecimiento de dos cifras. Este año ha habido meses con descenso de la exportación o repuntes como el de marzo, una tendencia que ha ido fluctuando este año. Así pues, uno de los retos que afrontan desde Avecal es la diversificación de mercados, “que es una de las claves, porque descendemos en exportaciones en mercados comunitarios, nuestros principales destinos, pero por el contrario crecemos en exportaciones en mercados extracomunitarios”, expone Cano. Una tendencia que en cualquier caso es un objetivo también importante “porque las empresas van diversificando su riesgo”.
Con todo, sigue siendo un momento complicado, un sector que ya está acostumbrado a afrontar los retos y reinventarse y en el que influye mucho contexto socioeconómico global: “hay mercados como el francés que todavía no acaba de reactivarse o el reto del Brexit —que ha hecho bajar las exportaciones— para ver cómo evoluciona, sobre todo por su moneda, que es a corto plazo lo más influyente”. En cualquier caso, indica que las empresas siguen apostando por acudir a las ferias e invertir en destinos diversos. De hecho, señala que casi se pasa un examen cada seis meses porque hay que innovar constantemente en asuntos como el diseño, la moda o la calidad, que suponen un valor añadido, motivo también por el que se apuesta por certámenes internacionales.
Estas respuestas al mercado y la flexibilidad que son capaces de ofrecer las empresas asociadas, “demuestran que tienen un largo recorrido”, apunta Cano, y pone como ejemplo que se sigue trabajando en mercados complicados de entrar como Australia, Japón o Las Vegas, intentando romper esa barrera con fuertes inversiones. En cuanto a mercados como Estados Unidos, señala que se valora el producto, de calidad media-alta y el trabajo de las empresas, aunque también están pendientes de la deriva proteccionista del país, a pesar de que allí siempre han tenido aranceles considerables. Por eso, sentencia Cano, “hay que acostumbrarse a convivir con la incertidumbre en tus destinos, y esa la manera más sencilla de diversificar el riesgo”.
