este jueves, 2 de mayo, a las 19 horas, en casa mediterráneo

'Cuentos de las dos orillas', la obra póstuma de Concha López-Sarasúa

30/04/2024 - 

ALICANTE. El 2 de mayo, a las siete de la tarde, se presenta en Alicante, en Casa Mediterráneo, la obra póstuma de Concha López Sarasúa, escritora afincada en Alicante más de cuarenta años. Se publicarán una serie de relatos inéditos, que entretejen a España y Marruecos. Su título es Cuentos de las dos orillas, escrito en castellano y en árabe, según de qué lado abras el libro, y cuenta con las ilustraciones del artista alicantino Vicente Quiles Guijarro.

Cuando Casa Mediterráneo se enteró de esta obra sin editar y coincidiendo con todo aquello que defiende la institución sobre interculturalidad y conocimiento mutuo entre los países mediterráneos, se dispuso enseguida a publicar esta última obra de Concha, con la alegría de todos los que desde siempre hemos admirado tanto su manera de contar las cosas como a la persona. 

Concha López siempre estuvo profundamente enamorada de la vida, en su sentido más amplio, y conformó su universo entremezclando sus ciudades más queridas: Mieres, su tierra chica, a la que siempre volvería porque siempre se sintió muy asturiana; Rabat, y por extensión todo Marruecos, que la acogió cuando llegó de joven siendo parte del ballet clásico español y donde conoció al que sería el amor de su vida, Antonio Baidal con el que se casaría. 

Rabat vería nacer a sus dos hijos, Ana Cris y Juan Miguel, y en esta ciudad permanecería muchos años, mezclándose con sus costumbres, con sus gentes, viviendo la hospitalidad árabe y disfrutando con la familia que había creado. Cuando las circunstancias le trajeron a Alicante, su tercera ciudad en su línea vital, en 1974, la vería consagrarse como escritora.

Absorbía de cada sitio esa esencia que iba modelando en palabras y con su manera de entender la vida. Conocer distintas culturas, sin duda le hizo tomar una perspectiva más amplia de la vida y de la caprichosa y azarosa disposición de sus pueblos sobre la tierra. Y es que Concha, allá donde iba, sabía encontrar su casa. Junto a las personas, componía su paisaje sin importarle en ningún momento creencias o posición social.

Es por eso que en su hogar se respiraba el mestizaje que había cristalizado en ella y que conformaba a su manera de ser, poniendo en valor a su familia, a sus amigos, a sus tierras y a su diversidad. La igualdad entre la gente y los derechos fundamentales siempre fueron lucha primordial de su vida.

Tanto como escribir le gustaba viajar y aprender. Todavía se recuerdan las veladas donde acogía en su casa a familia, amigos y conocidos en sus celebrados couscous que preparaba con muchísimo esmero. Esas comidas estaban llenas de magia oriental, olores y sabores. Los que allí estuvieron disfrutaron de su cocina y ya en la sobremesa, en entretenida tertulia, opinaban sobre lo humano y divino, porque Concha, aparte del sentido del humor natural en ella, era persona culta y gran conversadora.

Fue asidua a la Feria del Libro de Alicante, donde firmaba sus obras a la larga fila de gente que esperaba paciente que llegara su turno. Concha sentía auténtica pasión por la escritura, que fluía en ella de manera innata, aunque dedicara muchas horas a sus trabajos, con ese estilo suyo tan particular de relatar el mundo.

Parte de su extensa obra la compone La llamada del Almuédano, finalista Ateneo de Sevilla, 1988);  ¿Qué buscabais en Marrakech?, finalista del Premio de Novela Café Gijón, (1999); Celanova 42 (1993); Meriem y la ruta fantástica, con diez ediciones, y los cuentos infantiles de la trilogía de Meriem, muy divulgados en colegios donde la propia escritora impartiría talleres y acercaría ambos mundos a los ojos de los más pequeños, porque el conocimiento siempre derriba barreras, sobre todo mentales. Buena parte de sus trabajos ha sido traducida al árabe y al francés.

Quien no conozca todavía la obra de Concha López Sarasúa tiene una oportunidad única de hacerlo en esta presentación, gracias a la Casa Mediterráneo, y gracias también a la labor de su infatigable hija, amiga, confidente, compañera de viajes, Ana Cristina Baidal, filóloga y editora, orgullosa admiradora de todo lo que construyó su madre con la escritura en pro del entendimiento entre dos mundos a veces demasiado distanciados. 

Ana Cris es la persona que siempre ha estado en la parte no visible del éxito de esta gran escritora que es Concha López y artífice, también en parte, de que este nuevo libro vea la luz, para que se conozca todo su legado. Ana y Juan Miguel viven con pasión y mucho amor todo lo heredado por su madre, no solo en el ámbito literario sino también en el humano.

Cuentos de las dos orillas rompe la línea del tiempo y devuelve a la cultura alicantina a su autora, siempre escribiendo desde la esperanza y conciliación, desde la hermandad y amor entre ambas costas a las que tanto amaba.

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