puja por el complejo comercial del puerto

El grupo hotelero de Muro se retira de la subasta de Panoramis y allana el camino a Medimotors

8/04/2018 - 

ALICANTE. Giro imprevisto -y puede que decisivo- en el largo y tortuoso proceso de subasta de Panoramis: el centro comercial y de ocio propiedad de la Autoridad Portuaria de Alicante. El grupo hotelero de Muro Vilaplana Pérez Hermanos, que había acudido a la puja, desiste y se retira del proceso, lo que deja a Medimotors Gestión (una sociedad encabezada por el empresario Juan Carlos Ramírez, expresidente del Hércules) como el único aspirante a quedarse con la unidad de negocio en el proceso de liquidación de Marina de Poniente (su gestora actual, participada mayoritariamente por Cívica, del empresario Enrique Ortiz, tras la salida del Grupo Subús, en 2014).

Vilaplana Pérez sigue, así los pasos de Eurofund Asset Mangment que también presentó oferta para quedarse con Panoramis. Como ha contado Alicante Plaza, el grupo británico (un gigante del sector propietario, entre otros, del centro comercial Xanadú de Madrid), acabó renunciando a la carrera por el complejo comercial de Poniente el pasado mes de mayo para centrar todos sus esfuerzos en el proyecto de Puerto Mediterráneo de Paterna (Valencia).  

La renuncia de Vilaplana Pérez se produce después de un largo cruce de impugnaciones sobre el cumplimiento de los requisitos de la subasta entre los dos únicos licitadores que llegaron a la fase final del proceso. Esa pugna giró en torno a la presentación de un aval bancario que garantizase la cobertura de la deuda que Marina de Poniente había contraído con el Puerto de Alicante en concepto de canon de explotación. Hasta hace un año, el agujero superaba ya los 1,1 millones.


Ahora, todos esos escritos de impugnación y de recursos previos se habrían retirado lo que, en principio, debe despejar la resolución de la subasta. El administrador concursal que dirige la liquidación de Marina de Poniente debe evaluar ahora la única propuesta que sigue en pie -la de Medimotors Gestión- y elevar su informe al Juzgado de lo Mercantil número 2 con una propuesta de resolución. Solo caben dos opciones: plantear la adjudicación al único licitador activo que todavía opta a quedarse con el centro comercial o proponer que la subasta se declare desierta, más de un año y medio después de que se produjese su convocatoria. 

Esta última opción supondría que la unidad de negocio volviese a manos de la Autoridad Portuaria y que quedase abocada a gestionarla de forma directa (el complejo sigue en funcionamiento con locales arrendados) al menos hasta que pudiese convocar un nuevo concurso para concederlo en concesión. En ese supuesto, ni la Autoridad Portuaria ni el resto de los acreedores de Marina de Poniente (fundamentalmente, entidades bancarias) podría recuperar cantidad alguna.

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