El presidente de Ecisa, Manuel PeláezALICANTE. El juez de lo Contencioso Administrativo ha dado la razón al Ministerio de Fomento frente a la constructora alicantina Ecisa, que lo había demandado por los retrasos en las obras de ampliación del aeropuerto alicantino de El Altet, fruto de las cuales la UTE de la que formaba parte la empresa que preside Manuel Peláez tuvo que soportar el encarecimiento de los materiales empleados.
Como publicó Alicante Plaza en su momento, Ecisa y uno de sus socios en la UTE que construyó la nueva terminal del aeropuerto de El Altet reclamaban por vía judicial 34,2 millones de euros más los intereses correspondientes, de los que 6,4 más intereses habrían correspondido a la constructora alicantina, según su porcentaje de participación en la unión de empresas.
La demanda se sustanciaba en "el perjuicio sufrido por las partes demandantes con motivo de la dilación de las obras por causas no imputables a la UTE constructora (formada por Ecisa, Acciona y Elecnor) y el consiguiente aumento de los precios de los materiales soportados por tal motivo". Es decir, que los retrasos en las obras provocaron el encarecimiento de los materiales respecto a los precios previstos en el presupuesto de licitación, y que el aumento repercutió en las empresas adjudicatarias de la obra.
Según consta en la memoria anual de las cuentas de 2016, a finales del pasado ejercicio se dictó la sentencia del contencioso, que desestimaba las pretensiones de los demandantes. "Frente a dicha sentencia, en fecha 19 de enero de 2017 se ha interpuesto por parte de los socios recurso de apelación parcial, reduciendo la demanda conjunta a un importe de 6 millones de euros más los intereses legales correspondientes, de los que 1,13 millones más los intereses legales corresponden a Ecisa", señala la memoria.
Como ya adelantó este diario el pasado 19 de agosto, el grupo de Ecisa facturó en 2016 cerca de 220 millones de euros, un 5,75% más que el año anterior, al tiempo que reducía su dependencia de las obras en Qatar. El emirato ha pasado de aportar el 51% del negocio de la constructora en 2015 a 'solo' el 45% en 2016. En cambio, la empresa de la familia Peláez ha crecido en otros mercados extranjeros, como Taiwán, Chile o Irlanda. El peso de España en el conjunto de la facturación se ha reducido al 18%, unos 40 millones de euros del total.
