crónica de los conciertos del viernes

El Low Festival es la excusa que nunca falla: que se lo pregunten a Phoenix

28/07/2018 - 

BENIDORM. El Low Festival de Benidorm puede pasar a los anales de la historia como uno de los festivales que, pese a repetir continuamente a muchos de sus artistas, sigue teniendo una parroquia fiel. Unas vez más 25.000 personas, abonos agotados y posiblemente este sábado con The Chemical Brothers cuelgue el cartel de todo el papel vendido. Y es curioso porque el Low Festival se ha convertido es una excusa para juntarse con los amigos, organizar reuniones de viejos conocidos y alguna que otra despedida de soltero, para ir a Benidorm y pasarlo bien. Este viernes, la excusa fue Phoenix, el grupo francés que formaba parte de las letras grandes de los rótulos. El resto era lo de siempre, lo de siempre que funciona a las mil maravillas, además, con una organización que cada vez roza la perfección: buenos accesos, sin las colas de antaño y oferta suficiente para no desesperarte para tomar una cerveza o comer un felafel.

El garage pop de Melenas fue elencargado de abrir el festival en el Escenario Jägermeister; Joana Serrat fue lo propio en el Matusalem, y Christina Rosenvinge el principal. Y todo ello, pese a los estragos del calor y el incipiente eclipse lunar que anticipaba la noche.

Pero el momento álgido de la noche se concentró a partir del show de Iván Ferreiro, para lo que, pasadas las 22 horas, el recinto ya presentaba un ambiente propicio para las grandes emociones que se vivirían. Ferreiro echó mano de las canciones nuevas al principio, con un back-line quizás demasiado subido -como más tarde pasaría con Phoenix- que apenas dejaba oír con pulcritud la voz del gallego.  Como en otras ocasiones, el respetable vibró con piezas como Casa,El pensamiento circular, pero especialmente con Años 80 y Turnedo, himnos por excelencia del ex de Piratas. 

El arranque de León Benavente fue como un torrente. Mientras el personal comentaba la jugada de Ferreiro, una potente Tipo D ejerció de toque de llamada para llenar, en un santiamén, el escenario Matusalem, donde Abraham Boba y sus compañeros desplegaron un set impecable, limpio y que mostró la madurez que exhibe la banda, curtida ya sobre las tablas. Alternaron hits de sus dos discos. Ser Brigada o Valiente fueron el culmen, y llevaron al éxtasis del público. Y ahí reside una de las grandezas del Low: la excelsa comunión entre los asistentes y las bandas nacionales.

Phoenix debutaban en el Low Festival. Mucha expectación por una banda que ha dejado excelsas críticas de sus shows a su paso por otros festivales españoles. Y Phoenix no defraudó. Quizás hubiera sido deseable un sonido más nítido, no tan enlatado, como pareció en algunas ocasiones y, que la voz de Thomas Mars sobresaliera un poco más la contundente ejecución del resto. Pero el setlist lo sobrepusó todo: entre la ilusión por ver a la banda y la predisposición que ofreció Mars y sus compañeros sobre las tablas. El concierto tuvo tres partes: arrancaron con éxitos como Entertainment y Lisztomania, dieron rienda suelto a algunos temas de su último trabajo como J-Boy y Fior di Latte y dejaron para el final Ti Amo y 1901. Entre medas, fueron cayendo otras gemas de la banda del exitoso United, del año 2000, y el imprescindible Wolfgang Amadeus Phoenix, que supuso la consolidación en la carrera de los franceses. Estuvo bien, pero mejorable en el sonido.

La Habitación Roja jugaron en casa, como siempre que han estado en Benidorm. Así lo expresaron con gratitud incluida a los organizadores del certamen y a su visionaria idea. Pero a diferencia del show de su última visita, en la que encadenaron su elenco éxitos, esta vez optaron presentar canciones de su nuevo disco, Memoria,  con las canciones de siempre. Jorge Martí no dejó escapar la oportunidad para gustarse entre canción y canción, consciente del momento que pasa la banda, toda una maquinaria de ejecutar con precisión piezas nuevas y éxitos. Indestructible, Ayer, Voy a hacerte recordar, Febrero, La Moneda en el Aire...con todo este material fueron imparables. Otra vez más, en Benidorm. El eclipse lunar ya había pasado. Todos felices, una vez, cuando ves una película que ya has visto varias veces, y que tiene la virtud de que te sigue arrancando sonrisas. Era el turno de techno de Vitalic, y del público más enérgico.

Este sábado, las puertas se abrirán a las seis de la tarde y media hora después Santy Mataix ya estará animando la velada en el 'Pool stage' a la espera de que bandas como Los Planetas, Biffy Clyro o The Chemical Brothers  tomen el protagonismo de la jornada.


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