disputa sobre la cifra de autorizaciones

El permiso de Interior para que Alicante despliegue policías de incógnito: una cuestión de números

10/07/2017 - 

ALICANTE. La negociación entablada entre el Ministerio del Interior y el Ayuntamiento de Alicante, a través de la Subdelegación del Gobierno, continúa sin cerrarse. La Policía Local sigue sin permiso para poder desplegar agentes de incógnito en actuaciones en las que se considera clave pasar inadvertido y tendrá que esperar básicamente hasta que se resuelva una disputa numérica. 

Según las fuentes consultadas, el ministerio sigue su criterio general y no es partidario de conceder nuevas autorizaciones al margen de las que ya están operativas: menos de una decena. Además, están otorgadas para el desarrollo de dos labores específicas: escolta y vigilancia en materia de violencia de género. ¿Por qué motivo? Se alega, en primer lugar, que la capacidad de patrullar sin uniforme debe quedar reservada para servicios de seguridad ciudadana; una competencia de Policía Nacional y Guardia Civil, pero no Policía Local. Y, en segundo término, se esgrime que, hasta hace poco más de un año, Alicante tenía un exceso de autorizaciones: en torno a 150. La directriz ahora sería la de racionalizar esos permisos y limitarlos a los estrictamente necesarios. 

Interior mantiene que, en el pasado, se habían concedido demasiadas autorizaciones; el Ayuntamiento sostiene que la cifra da lugar a equívocos, ya que los permisos operativos se reducen por los turnos organizativos

¿Qué argumenta el Ayuntamiento de Alicante para rebatir esas reticencias? Primero, que no se solicitan para desarrollar funciones impropias. "No vamos a suplir a la Policía Nacional, sólo veníamos haciendo uso de ellas para controles de tipo administrativo como las inspecciones a comercios y establecimientos hosteleros en los que resulta necesario pasar inadvertido", inciden representantes de la Jefatura de la Policía Local. Algunos ejemplos: control de mercancías, venta de alcohol a menores, venta ambulante, mediciones de ruido,... Es decir, servicios en los que se pierde eficacia desde el momento en el que el uniforme delata la presencia de un agente. 

Y segundo, que el debate sobre el número de autorizaciones puede dar una sensación equivocada. "Si se disponía de más de un centenar de autorizaciones es porque se debía tener margen para cubrir los periodos de descanso: si estamos en un sistema de siete días de trabajo y siete de descanso, no podemos limitarnos a tener a diez o veinte agentes con permiso para patrullar de incógnito porque se quedan inactivas con las libranzas", explican las mismas fuentes. "Puede dar la sensación de que se tenían muchas autorizaciones, pero realmente no era así por la propia organización de los turnos de trabajo", inciden.        

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