'BUSCANDO REFUGIO PARA MIS HIJOS' DE JAVIER BAULUZ, EN EL PUERTO DE ALICANTE

El Pulitzer Javier Bauluz trae su mirada sobre los éxodos actuales a 'Alicante 2019, Capital de la Memoria'

17/03/2019 - 

ALICANTE. El Puerto de Alicante es uno de los lugares clave en el imaginario colectivo de la ciudad, que ha traspasado las fronteras de su memoria íntima, para convertirse en emblema de todo un movimiento de recuperación de la memoria colectiva.

El 28 de marzo de 1939 zarpó del puerto de Alicante el barco Stanbrook con 2.638 pasajeros. Más de 15.000 personas quedaron atrapadas en los muelles a la espera de más buques que nunca llegaron. A los primeros los esperaba el exilio. A la mayor parte, la muerte, los campos de concentración y las prisiones, se puede leer al inicio del portal dedicado a los Actos conmemorativos de Alicante 2019, Capital de la Memoria, una iniciativa de la Generalitat Valenciana a través de la Consellería de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas, en colaboración con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias.

Dentro de la programación de actos, desde el 15 de marzo, y hasta el 31 del mismo mes, la zona de paseo elevado del Puerto, justo detrás de la antigua ubicación del Tío Vivo, ahora ocupada por el esqueleto férreo de la nueva oficina de Turismo, en plena construcción con prisas preelectorales (o pre-temporada alta turística dicen las fuentes oficiales), sobre la reconstrucción del mosaico de la explanada, en un punto de fuga hacia la fachada del Casino que añade un elemento paradójico, propio de las performances, a la instalación, se puede visitar la exposición del fotoperiodista y premio Pulitzer Javier Bauluz, “Buscando refugio para mis hijos”, en la que su mirada tras el objetivo acompaña el éxodo de las familias de refugiados hacia Europa a través de seis países. Las imágenes recogen instantáneas realizadas por Bauluz desde agosto de 2015 y durante más de cinco meses sobre el terreno, acompañando a las personas en busca de refugio y de un lugar seguro para vivir durante su viaje hacia Europa.

Mientras que la fotografía artística y el retrato, a menudo, buscan el extrañamiento en la mirada del retratado, que no se reconozca a sí mismo en las fotografías, el fotoperiodismo hace que te reconozcas en otro, que se sienta el sufrimiento y la alegría de un extraño como si fuera la propia, generando empatía a través del reconocimiento de gestos, situaciones y contextos que son familiares al observador: un desayuno familiar en una cocina decorada con hule y chándales de tactel, el abrazo emocionado del reencuentro, un niño a coscoletas de su abuelo. El trabajo de Bauluz traslada las emociones y momentos cruciales del duro y peligroso viaje por el mar Egeo, desde las costas de Turquía, de las familias sirias, iraquíes, afganas e iraníes y el recorrido que hacen a pie por caminos, autopistas y obsoletos ferrocarriles de los Balcanes para alcanzar un futuro mejor. 60 fotografías de gran formato, sobre lona resistente a la intemperie, montadas sobre bastidores triangulares, formados por tramos de verja que rememoran la barrera entre el dentro y el fuera, la frontera, el muro, el que está aquí y el que está allá, separados por apenas unos centímetros y un enrejado metálico entre ellos.

Cuando se han producido roturas en el continuo histórico y una generación de más edad invita, induce y obliga a la generación más joven a adoptar los modos de pensar y de comportarse tradicionales, eliminando elementos distorsionadores con el relato oficial, construir puentes entre la memoria y el presente, relacionando experiencias vitales que, por desgracia, se reproducen en el presente, como la emigración forzada, el exilio, el éxodo, el rechazo, la violencia en las fronteras y los confinamientos, debe servir para entender mejor el pasado y actuar de manera coherente en el presente.

El fotoperiodista asturiano Javier Bauluz fue el primer español en recibir un premio Pulitzer de Periodismo, en 1995, por su trabajo en Ruanda, junto a los fotógrafos de Associated Press Jacqueline Arzt, Jean-Marc Bouju y Karsten Thielker. Ha sido ganador del Premio Fotopres 1988 y 1989, el premio Conde de Godó 2000, el Premio Libertad de Periodismo en 2002, el Julio Fuentes de Periodismo en 2002, el premio Periodismo y Derecho Humanos 2008, el Premio Emilio Castelar 2011 y el Premio Derechos Humanos 2016 por la exposición que ahora mismo se puede disfrutar en Alicante,  'Buscando refugio para mis hijos'.

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