tribuna libre / OPINIÓN

Elche, ¿capital verde europea?

15/01/2019 - 

La cercanía de unas elecciones políticas supone, como siempre, la llegada de buenas promesas, proyectos y actuaciones que harán nuestra vida mejor y seremos más felices. Es muy posible que vuelva a sonar por todas partes la sostenibilidad ambiental y como no, la idea de convertir a Elche en la capital verde europea para el año 2030 (European Green Capital Award - EGCA). Este galardón es instituido y por la Comisión Europea para reconocer a las ciudades que mejor se ocupan de su medio ambiente y del entorno vital de sus habitantes. Que buscan y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y demuestran que han conseguido transformar los espacios urbanos.

Sin embargo, es importante que las grandes ideas, que derivan en grandes proyectos y que finalmente se convierten en transformadores de la sociedad, en este caso de la ciudad de Elche, sean aceptadas por todos. Es decir, haya consenso en el sentido literal de la palabra, acuerdo entre todos.

La idea de la capitalidad verde europea para Elche no surge de la política. El origen de la misma se remonta a los tiempos en el que la capital vasca, Vitoria, está preparando su candidatura. Concretamente parte de la apuesta de un profesor de la Universidad Miguel Hernández de Elche que la plantea en el Consejo Municipal de Medio Ambiente. Desde entonces, el que suscribe, lleva desarrollando las bases y conociendo con profundidad como funciona este reconocimiento europeo. En sí es precisamente eso, un reconocimiento que puede dar visibilidad a Elche. En realidad, es mucho más.

Esta idea quedó medio olvidada hasta que una plataforma ciudadana, no un partido político, la hizo suya. La Plataforma Elche Piensa le dio cuerpo y suma de conocimientos, visibilidad y consiguió algo muy difícil, que llegara a la política y fuera asumida por esta.

Así tenemos ahora las maravillosas propuestas de Elche 2030, un horizonte excesivamente cercano para poder alcanzar los objetivos de cambio profundo que necesita la ciudad. El verde no es un color, no lo es en este caso. La idea de proponer un horizonte y un reconocimiento europeo deriva de las numerosas necesidades que tiene la capital ilicitana, porque sí, Elche es la capital de un territorio lleno de pequeñas poblaciones. Una pequeña réplica de la provincia de Zaragoza, pero en poco más de 300 kilómetros cuadrados.

No se conseguirá el reconocimiento sin que se den varias condiciones: La primera, el consenso político en un plan de actuación y transformación de la ciudad. La segunda, la aceptación social de los cambios y su colaboración. La tercera, la innovación y lo que se puede aportar al resto de ciudades.

Si pensamos que por tener palmeras vamos a tener el reconocimiento de forma rápida y sencilla nos equivocamos. El verde aquí significa gestión sostenible de residuos, de aguas, de energía, de la movilidad urbana, la recuperación del río, la gestión de la biodiversidad urbana, la mejora de la calidad de vida de los barrios y evitar el deterioro de los espacios públicos, la educación ambiental de la sociedad, la recuperación del suelo y sus funciones ambientales, la implantación de la economía circular de forma real, la reducción de ruidos y contaminación del aire,… y a todo ello, le sumamos una idea que sea novedosa y que conduzca y aglutine todo, y además, sirva de referente para otras ciudades.

En la plataforma Elche Piensa, en su momento, se pensó en articular una idea que girara en torno a la cultura, el dominio del agua y la sostenibilidad. Quizás fuimos ambiciosos en la idea, pero muy conscientes de que el control del agua, los molinos, las acequias, el palmeral asociado y la cultura tradicional ilicitana, tienen mucho que aportar al mundo y que en definitiva derivan de una gestión sostenible y racional del entorno. Precisamente, el valor añadido que necesita esta candidatura.

Queda mucho, o más bien queda todo por hacer para transformar Elche, de verdad en algo más que un color, en una ciudad sostenible y modélica. Hace falta un plan de ciudad y sobre todo, el consenso social y político, porque esta idea debe ser de todos. Solamente así, seremos capital europea.


José Navarro Pedreño es profesor de Ciencias Ambientales Grupo de Edafología Ambiental de la Universidad Miguel Hernández de Elche, además de subdirector del Máster en Análisis y Gestión de Ecosistemas Mediterráneos y coordinador del Programa de Doctorado en Medio Ambiente y Sostenibilidad

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