entrevista

Enrique de la Rica (Eseune): "Mucha gente confunde emprender con el autoempleo"

1/10/2017 - 

ALICANTE. Enrique de la Rica fue uno de los fundadores y en la actualidad dirige ESEUNE Business School, una de las principales escuelas de negocios nacionales, con sede en Bilbao. Ha creado diferentes compañías y participa en la creación de startups como mentor e inversor (una de las más reconocidas, la red social profesional BeBee.com). El también director del seminario Silicon Valley Inmersion Entrepreneurship and Innovation en California pasó este jueves por Alicante para impartir, en colaboración con la escuela de negocios alicantina Aquora, la jornada 'Liderazgo y cambio: factores que están transformando los modelos de negocio', en el salón de actos de la sede de la consultora informática Sistel.

-¿Cuál es el objetivo de esta jornada?

-Hacer ver la relevancia de estar preparados para los cambios que no está tocando vivir. Cambio tecnológico, social y económico. Los directivos tenemos que adaptarnos. A veces se habla de estos cambios de un modo un tanto abstracto, por lo que en esta jornada hemos analizado 12 ámbitos en los que toda empresa puede actuar. Por ejemplo, en la economía colaborativa, el Big Data, la inteligencia artificial, el fenómeno startup, la habilidad para dirigir en un contexto de incertidumbre, el internet de las cosas... son tendencias que forman parte de ese proceso de cambio, que como digo no es solo tecnológico, sino también social y económico.

-¿Cómo ve el ecosistema emprendedor en España y en Alicante?

-En España ha habido una gran evolución del ecosistema emprendedor, aunque yo lo analizo desde un punto de vista un tanto crítico, porque en muchos casos se asocia el emprendimiento con el autoempleo. Y no hay que confundirlos. El autoempleo a través de una startup es una tendencia, que está bien, pero para el concepto de emprendedor deberíamos considerar también a las personas con experiencia y potencial, de treinta, cuarenta o cincuenta años, con capacidad de crear una nueva empresa. Hay un cierto desequilibrio en este ecosistema, porque hay mucho emprendedor joven. La gente con experiencia no suele convertirse en emprendedora, tienen buenas ideas pero les falta la cultura del riesgo que sí existe por ejemplo en Estados Unidos, donde directivos de empresas abandonan sus puestos para poner en marcha su propio negocio. En ese sentido somos una sociedad conservadora. Hacia lo que hay que ir es a crear startups escalables, porque en muchos casos, después de tres o cuatro años, esa empresa sigue solo con tres o cuatro empleos, y lo interesante es que sea capaz de crear cientos.

-¿Qué papel juegan las escuelas de negocios como Eseune o Aquora? ¿Son útiles para fomentar ese ecosistema?

-Sin duda. Fíjese que siempre nos quejamos de que no hay universidades españolas en el ranking mundial, pero en cambio hay una decena de escuelas de negocios españolas entre las mejores del mundo. Tienen un papel importante, porque contribuyen a sistematizar y profesionalizar las estructuras de las startups. Hay quien se pregunta qué sentido tiene un MBA para un emprendedor, porque lo conciben como una formación para alguien destinado a ser directivo en una gran empresa. Pero hay que poner el énfasis en los individuos que pueden crear su propia empresa, transmitir el conocimiento, las herramientas para hacerlo y crear el hábito de emprender. Encender la mecha.

-¿Y las aceleradoras y fondos de business angels? ¿Creen que pecan en exceso de apostar por los emprendedores jóvenes y con ideas de negocio tecnológico?

-No, no, en absoluto. Hay gente joven con ideas magníficas. Pero además es que las aceleradoras y fondos de capital son muy selectivos. En este campo, no está del todo alineada la oferta con la demanda, porque tienen más dinero que proyectos. Cuando digo esto en alguna universidad, siempre me replican "pues dales mi tarjeta, que yo necesito inversores". Pero lo que genera ese desequilibrio es que muchos proyectos no son lo suficientemente sugerentes para el capital. Yo creo que es más importante, en todo caso, ganar en calidad que en cantidad. Pero en nuestro país la cultura de la startup es muy reciente, y hay que cambiarlo poco a poco. Y, por cierto, ese cambio debería comenzar por el modelo educativo. Cuando mis hijos van a Estados Unidos, se quedan alucinados porque allí los estudiantes adolescentes ya están aprendiendo marketing, finanzas... algo que aquí no se da. Nuestro sistema educativo también tiene que cambiar.

-La Comunitat Valenciana está apostando por la reindustrialización, tras años volcada en el ladrillo y el turismo. ¿Hacia dónde debería enfocarse ese cambio de modelo?

-Mire, en Europa somos doscientas y pico regiones, y todas tienen contemplado cambiar su modelo productivo. Y todas sin excepción hablan de biotecnología, nanotecnología, apps... Pero a ver, si tú quieres ser líder, ¿qué fundamentos tienes para lograrlo? Porque vas a tener que competir con otros cien que también quieren reconvertirse hacia la biotecnología. Claro que hay que ir hacia un modelo de industria sofisticada, tecnológica, pero con una base. En el País Vasco, ¿qué sabemos hacer? Producción industrial. Pues allí hablamos de digitalizar y robotizar la industria, por ejemplo. Es en ese conocimiento, que ya atesoras, donde puedes hibridar al joven formado y a la empresa con experiencia. La Comunitat Valenciana debería buscar sus nichos, y no pensar siempre en la biotecnología. Si lo que se les da bien es el turismo, hay que apostar por la innovación en ese sector. Más claro: AirBnB debería haber nacido aquí. La Administración tiene que apoyar a los negocios para que crezcan a nivel global, pero para diferenciarse del resto de regiones capitalizando lo que ya se sabe hacer.

-¿Qué más hace falta, además de tener una buena idea, para triunfar?

-Siempre digo que las ideas, por sí mismas, no valen nada. Lo valioso es la capacidad de ejecución. Por ejemplo, imagine que hace veinte años a usted se le ocurre "voy a vender café en vasos de cartón". Y le dicen, "bah, eso no tiene ningún sentido", y no lo hace. Pues Starbucks lo hizo. La clave no es la idea, es su ejecución. El emprendedor, para triunfar, debe tener capacidad de sugestión, para formar a su equipo y atraer a los inversores. Al equipo se lo atrae con el carisma, y al inversor, con el equipo, al frente del cual debe haber una persona capaz de llevar esa idea a buen puerto. Hay mucha gente que tiene grandes ideas pero le falta capacidad de ejecución. Por eso digo que muchas veces la experiencia ayuda. Un empresario con treinta y pico años que ha puesto en marcha y ha cerrado ya dos o tres empresas, es mucho más capaz de llevar adelante una buena idea, porque está curtido, ya sabe cómo funciona el mundo empresarial, y ha aprendido de sus errores.


Aquora y Eseune se llevan a 14 CEOs alicantinos a conocer casos de éxito en Silicon Valley

Gabriel Ferrer, socio director de Aquora

Uno de los programas más atractivos que tiene en marcha Aquora en colaboración con Eseune es el Silicon Valley Experience, a través del cual directivos españoles se desplazan durante una semana a la cuna de la innovación en California, para conocer por dentro las grandes empresas y las universidades de la zona. El 8 de octubre arranca la octava edición, que en esta ocasión se ha diseñado exclusivamente para directivos alicantinos. Según explica Gabriel Ferrer, socio director de Aquora, la expedición la formarán "catorce directivos con una media de edad de entre 40 y 42 años, CEOs y en muchos casos propietarios de empresas".

Se trata de un programa experiencial, que busca la inmersión en la cultura de Silicon Valley, para "conocer otros modelos de negocio, realizar reuniones de tu a tu con directivos de distintas compañías para que nos cuenten su experiencia... y coger ideas que luego se puedan traccionar y aplicar aquí", destaca Ferrer. "Es un programa para enriquecer el talento de aquí, aprender de referentes de la innovación para importar ideas", resume. Y que está teniendo "una aceptación brutal, hay gente que se ha quedado para la próxima edición". 

En esta misión, los directivos alicantinos se reunirán con cinco empresa 'top' como Google, Twitter, Sales Force, AirBnB e Ideo. También se verán con tres o cuatro empresas de perfil intermedio, "que están en su segunda o tercera ronda de financiación, ante el dilema de dejar de ser startups", y con exdirectivos de Drop Box y WhatsApp que han abandonado sus empresas para crear otros proyectos. En el ámbito académico, también visitarán Stanford (donde nació Facebook), la Singularity University, escuelas de negocios y aceleradoras de Palo Alto.

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