VALÈNCIA. Las finanzas regenerativas, también llamadas ReFi, son un entorno creciente dentro del ecosistema blockchain que plantea inversiones con impacto social y medioambiental positivo sin renunciar por ello a las propias ganancias. Es un enfoque que defiende inversiones en agricultura sostenible, energía renovable o restauración ecológica, entre otros, con el objetivo de crear un efecto dominó de beneficios en toda la sociedad y el planeta. La principal diferencia entre las ReFi y las Finanzas Descentralizadas, DeFi, sería que las primeras persiguen siempre un objetivo social. Partiendo de esta base, sus casos de uso son múltiples.
“Revolucionar el sistema financiero actual mediante la creación de un entramado global justo de préstamos colectivos para agricultores desbancarizados” es lo que dicen perseguir con el proyecto EthicHub que impulsa el madrileño Jori Armbruster. Se trata de una startup que lidera el movimiento ReFi en todo el mundo. Se actividad se orienta a la creación de un protocolo de préstamos que conecta a pequeños productores de café de especialidad en distintos territorios latinoamericanos con pequeños inversores que financian la actividad y perciben retornos económicos una vez vendidas las cosechas.
“Se trata de evitar que los pequeños agricultores de países en vías de desarrollo tengan que acudir al banco o a los prestamistas locales para recibir dinero en efectivo a cambio de pagar un 100% de intereses. Básicamente, eso es lo que queremos resolver”, declara Armbruster, quien se presenta como CEO y cofundador de EthicHub y “blockchain beliver”. Por el momento, trabajan con productores de México, Brasil, Honduras, Perú y Ecuador, pero la ambición es ampliar mucho más su ámbito de actuación, motivo por el que tienen pensado negociar una nueva ronda de inversión.
Dejan claro, no obstante, que lo suyo no es una ONG “sino una empresa con ánimo de lucro, pero con un fin social”. Al objeto de hacer el proyecto más escalable, en lugar de negociar directamente con los agricultores, lo hacen con cooperativas a las que prestan dinero ganando un 8% o a las que prestan colateral avalándolas con un token propio que depositan en Ethic como un sistema de compensación para posibles impagos. Todas las transacciones quedan recogidas en un contrato inteligente sobre blockchain.
La cooperativa puede usar el dinero de diferentes formas. Puede prestarlo a los agricultores, y ahí velan en EthicHub para que lo hagan en unas condiciones justas; puede utilizarlo para comprar café a los agricultores o, sencillamente, puede usarlo para procesar y exportar o para comprar fertilizantes y entregárselo a crédito a los agricultores o para adquirir maquinaria.
Con esta estructura han ayudado hasta la fecha a más de 700 familias productoras de café. “Son más pilotos que otra cosa porque nuestro objetivo es llegar a millones de pequeños agricultores”, dice el CEO. Han empezado con el café de especialidad, pero la intención es ampliar el protocolo a otros productos agroforestales, como el cacao.
Aparte de la de EthicHub, con reconocimiento internacional, cuesta encontrar más iniciativas nacionales comprometidas al 100% con la filosofía ReFi, por lo que hay que salir fuera de nuestro territorio para identificarlas.
Para tokenizar bonos de carbono de proyectos de silvicultura que cumplen con determinados estándares para depositar luego en un ‘pool’ de carbono, nace en Alemania Toucan Protocol. Fundada por Raphaël Haupt y James Farrell, dicen crear tecnología para impulsar la acción climática a gran escala. Toucan fue la primera plataforma en permitir la tokenización de créditos de carbono y cuentan con varios socios, además de KlimaDAO. Como ventajas competitivas aportan ser los primeros en posicionarse en este nicho de mercado y haber creado su propio token, la Nature Carbon Tonne (NCT), para los compradores de créditos. Su infraestructura digital está ayudando a hacer crecer el mercado voluntario de carbono (VCM) de una manera transparente.
Otros proyectos similares son Flowcarbon u Open Forest Protocol, que también tokenizan bonos de carbono. En Giveth, por su parte, han creado una plataforma de donativos construida sobre la blockchain de Ethereum. Esta recompensa a los donantes con tokens de gobernanza. Su intención, afirman, es “apoyar y recompensar la financiación de bienes públicos creando un acceso abierto, transparente y gratuito a las revolucionarias oportunidades de financiación disponibles en el ecosistema Ethereum”. Para ello, están construyendo una cultura de donación que empodera y recompensa a aquellos que participan en “un ecosistema de apoyo colectivo, abundancia y creación de valor”.
Otra aplicación muy prometedora es la tokenización para financiar proyectos de sostenibilidad. En esto se enfocan en KlimaDAO donde quieren construir una economía verde y fortalecer la financiación climática de proyectos con esta característica a escala mundial. Su enfoque se centra en un esquema que recompensa a los usuarios por utilizar sus servicios y, de esta manera, reducir su huella de carbono. Apoyan el desarrollo de proyectos sostenibles en todo el mundo.
Como colectivo ecologista descentralizado, KlimaDAO facilita también la compraventa de créditos de carbono en la cadena de bloques. La organización, fue fundada en 2022 por un grupo de desarrolladores y activistas climáticos con sede en Ginebra, Suiza. Entre sus objetivos están: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; promover la inversión en proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático; y crear un mercado de carbono más transparente y eficiente.
Hasta la fecha, KlimaDAO ha logrado recaudar más de 1.000 millones de dólares en créditos de carbono y financiar más de un centenar de proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático. La DAO trabaja para expandir su alcance y aumentar su impacto y se espera que continúe logrando grandes avances en los próximos años.
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