el sur del sur / OPINIÓN

Hay solución, falta voluntad

El debate sobre el Fondo de Cooperación de Municipal, impulsado por el Gobierno valenciano, va camino de convertirse en una cuestión primordial para los ayuntamientos de la provincia

5/02/2017 - 

El debate sobre el Fondo de Cooperación de Municipal, impulsado por el Gobierno valenciano, va camino de convertirse en una cuestión primordial para los ayuntamientos de la provincia. A diferencia de lo que ha pasado en Valencia y Castellón, los de Alicante recibirán la mitad de inversión por la negativa de la Diputación que preside César Sánchez a sumarse a ese fondo que ha puesto en marcha la Generalitat, algo que, curiosamente, si ha hecho la de Diputación de Castellón, también gobernada por el PP.

Como he comentado en más de una ocasión, aquí hay un "no" técnico -los populares se agarran a que no podía sumarse al proyecto para no incumplir el plan financiero de la casa- y un "no" político, el que verbalizó José Císcar en una comparecencia pública y después recogido en la entrevista concedida a Alicante Plaza, en la que venía a decir que no había garantías de que el dinero se gastara íntegramente en los municipios de Alicante.

Pero lo que está claro que no ha habido voluntad política, por mucho que Sánchez sí que la mostró, pero el polit bureau popular no le dejó. Pero más allá de que si podía o no, o si quería o no, hay una clave, de la que el PP huye, aunque Císcar la respalde, que es la que puede convertir a la institución provincial en una entidad, cuando menos, transparente: el reparto de ayudas e inversiones por criterios objetivos y no sospechosas de compra de voluntades y clientelismo, que es lo que ha sido toda la vida, quieran o no reconocerlo.

De esta manera, hoy no estaríamos hablando del agravio comparativo que denuncia, y con razón, el equipo de gobierno de Elche, o del olvido de algunos municipios que no comulgaron con el presidente de turno, o eligieron el bando equivocado. Aunque los populares lo desprecien, creo que PSPV, Compromís y Esquerra Unida -y auguro que también Ciudadanos- han conseguido poner a todo el espectro político en contra del actual sistema de inversiones de la Diputación de Alicante.

Es verdad, como dice el PP, que debería haber una ley superior, amparada por los Cortes, que regulara quién y cómo debe pagar esas inversiones, pero sigue faltando voluntad política. Hay solución, son los criterios objetivos de reparto -no sé si los de Compromís o los del PSOE-, pero faltan ganas de aplicarlo.

Los populares saben que en esta guerra de cifras han salido perdiendo el debate. Y lo normal es que ahora conviertan el remanente de tesorería de la casa en una auténtico plan de reparto de ayudas -incluso para el temporal-, con criterios objetivos, para hacernos creer que ellos también lo hacen. No deben olvidar que tuvieron la oportunidad de hacerlo y no quisieron, pero harán como si no ha pasado nada

Vuelve el debate de los veladores con el asunto de la terraza de El Portal de Alicante. Como es sabido, el área de Urbanismo no le ha renovado el permiso. Posiblemente, la razón esté bien fundamentada. Pero el problema no es ese. Aquí el debate es si queremos o no para la ciudad establecimientos con valor añadido. La terraza de El Portal lo era: la pregunta es porque las autoridades de Alicante no reaccionaron antes para darle el encaje legal que requiere, si es que valía la pena tenerla. Lo peor de todo es ir a hechos consumados, como ha sucedido. La tarea del político no es sólo aplicar la ley, sino también adelantarse a las acontecimientos. Y buscar o no encaje a la terraza de El Portal lo era, pues posiblemente el permiso que tenía no era el adecuado. No sé. Creo que la endeble oferta turística de la ciudad merece una apuesta por espacios únicos y, a la vez, respetuosos con el espacio público. Al menos, había que intentarlo y lo lamentable es que no se haya hecho.


P.D. Ayer fue un día duro, en el que cuando uno pierde a un ser querido, no apetece ponerse a escribir, pero quien se fue luchó para que esto saliera cada día que correspondiera. De no haberlo hecho, hubiera preguntado. "Xe, què ha passat, que hui no has escrit?" Y la mejor respuesta era hacerlo para que la lea allí donde esté. Pues eso. Felip, ací la tens. Bon viatge. Ens trobarem.

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