ALICANTE. Fernando Román, uno de los mejores este domingo en la victoria del Hércules sobre el Espanyol B celebraba su tanto, el segundo de su equipo con el banquillo.
El gesto del defensa madrileño propiciaba una bonita escena, una piña en la que suplentes y titulares se fundían a falta de apenas un cuarto de hora para el minuto 90. Nadie en ese momento podía imaginarse los más de 20 minutos de sufrimiento que iban a restar por el tanto de Cristo, instantes después del de Román y los seis minutos de añadido decretados por el árbitro madrileño Sergio Pérez Muley.
Afortunadamente para los intereses del Hércules, el marcador ya no se movería.
Suben un 21,77% desde que trascendiera la operación con el Hércules y bajan un 2,85% tras el comunicado del club