ELCHE. El paso de una prueba de mountain bike por el barranco de San Antón el pasado domingo 17 de octubre ha ocasionado numerosos daños en las carriladas íberas existentes en el lugar, según denuncia Margalló-Ecologistes en Acció. Una prueba de la que también advirtieron el año pasado. "Las carriladas son surcos hechos en las rocas por los que se canalizaban las ruedas de los carros, para facilitar el transporte de mercancías pesadas por terrenos de difícil tránsito". Los desperfectos, según la entidad ecologista, se produjeron presuntamente por el roce y golpeo de los pedales y platos de las más de 500 bicicletas que participaron en la prueba, al circular las mismas por el interior de las carriladas o por encima de ellas.
Las carriladas dañadas serían, al parecer, las que se encontraban en mejor estado de conservación de todo el término municipal. Su relevancia sirvió para que desde el mismo ayuntamiento se bautizara al sendero de pequeño recorrido inaugurado por la zona en el año 2018 como “Camí dels Íbers”. Para evitar daños en ellas, y a la espera de que se aprobara el catálogo municipal de senderos que regulara los usos permitidos en este y otros senderos, el propio ayuntamiento dispuso señalética adecuada para el desvío de bicicletas por el Camino de Monforte, cercano a la zona. Al parecer, dichas señales han desaparecido, denuncian.
Para Margalló resulta "inadmisible" que se autorizara una prueba deportiva por la zona y por ello estudian emprender acciones legales contra las administraciones responsables. “Ni la Consellería de Medio Ambiente ni el Ayuntamiento de Elche han velado por la salvaguarda de este patrimonio arqueológico, pese a conocer su existencia. Especialmente bochornosa ha sido la actuación del Ayuntamiento, como autoridad sustantiva que podía haber suspendido la prueba. Desde la Concejalía de Deportes, que tenía constancia por nuestra parte del daño que podía producirse, se negaron a ello, pese a reconocer que no existía informe alguno que avalara que no se iba a dañar al patrimonio de la zona”.
Lejos de suspender la prueba, desde Margalló afirman que tanto Deportes como la Concejalía de Medio Ambiente promocionaron la misma, incluyéndola dentro del calendario de la Semana de la Movilidad, “toda una incongruencia -dicen- al tratarse de una prueba deportiva competitiva que nada tiene que ver con la movilidad sostenible”.
