también en el tráfico o para detectar crisis económicas 

La UA investiga patrones cerebrales que pueden aplicarse en la prevención del alzheimer o en la banca

24/02/2020 - 

ALICANTE. Las redes cerebrales generan patrones que pueden aportar indicativos y luz en las fases previas de enfermedades incapacitantes como el alzheimer o el parkinson. Precisamente, desde el Laboratorio de Investigación en Visión Móvil de la Universidad de Alicante (UA) trabajan por reconocer estos patrones en ciertas zonas del cerebro y adentrarse en el conocimiento de cómo se comporta, por ejemplo, el alzheimer en fases previas difícilmente diagnosticables. Y es que, además, las aplicaciones de estas investigaciones bioinformáticas permiten que estos patrones detectados no solo se puedan aplicar en el ámbito de la salud, sino también en campos tan diversos como el flujo de tráfico en ciudades, en la banca, en la analítica de redes sociales o la detección de crisis económicas

Esta labor la realiza un grupo del equipo del Laboratorio de Investigación en Visión Móvil de la Universidad de Alicante, formado por su director, Miguel Ángel Lozano, el responsable de Teoría de la información, Francisco Javier Escolano y el responsable de Visión Artificial, Juan Manuel Sáez Martínez, todos ellos doctores en Informática. "Las redes sociales o de actividad económica no son diferentes de las redes cerebrales. Se forman a partir de individuos o conceptos que se relacionan. En ellas se forman patrones interesantes que pueden indicarnos situaciones como la intención de voto en una comunidad, o el colapso de un sistema financiero", asegura el director del proyecto, Miguel Ángel Lozano. 

Así, este equipo, en concreto, desde su laboratorio en la UA, trabajan analizando las redes del cerebro para tratar de ser capaces de detectar diferentes fases en el alzheimer o el parkinson. "Un reto importante es ser capaces de detectar fases tempranas de la enfermedad para lo cual contamos ya con resultados previos prometedores", mantienen desde el grupo de investigación. Para que estos resultados empiecen a ver la luz, el equipo trabaja en esta línea desde 2018, en colaboración con el grupo de Edwin R. Hancock de la Universidad de York. En este sentido, explican que una red cerebral puede obtenerse a partir de registrar actividad en distintas áreas del cerebro y de relacionar  áreas que se activan simultáneamente. "Dada esa red, nos interesa saber si es una estructura bien cohesionada o se detectan comunidades que tienden a fragmentarse". Un patrón de enfermedad puede corresponder a ese proceso de fragmentación y por eso apuntan que usan técnicas de reconocimiento estructural de patrones. Con estos métodos, un ordenador es capaz de discriminar entre diferentes fases de la enfermedad.

De la salud hasta las crisis financieras

Desde el estudio de comportamiento de patrones cerebrales se pueden desprender muchas aplicaciones y, en consecuencia, múltiples sectores podrían beneficiarse de este desarrollo teórico que están realizando desde la UA; específicamente, en los ámbitos en los que la información se encuentra estructurada en forma de red, y en los que se cuenta con grandes volúmenes de información -por ejemplo redes sociales, redes de operaciones financieras o redes de transporte- . Por ello, "es importante contar con técnicas que hagan tratable esta información y nos permitan analizarla para, por ejemplo, inferir nuevos enlaces que podrían aparecer en la red, -recomendaciones de amistad en una red social, o nuevas rutas en una red de transporte-, o detectar aquellos caminos que son más importantes en la red", añaden desde el grupo de investigación. 

Las técnicas desarrolladas podrían ser aplicadas a cualquier sector en el que se cuente con grandes volúmenes de datos estructurados en forma de red: transportes, finanzas, publicidad, biología o medicina. El grupo de investigación del Laboratorio de Investigación en Visión Móvil de la UA ya tiene varia publicaciones especializadas al respecto en revistas científicas. 

Medios

El laboratorio de Laboratorio de Investigación en Visión Móvil de la UA realiza este estudio en las instalaciones universitarias donde se valen de ordenadores con una capacidad de procesamiento muy elevada, ya que trabajan con información y datos de gran tamaño. Su labor requiere ahondar en la red de transporte millones de nodos, que se cuentan por millones y usa métodos para analizar la información, tanto para representarla como para analizarla.

Navilens

El Laboratorio de Visión Móvil de la Universidad de Alicante junto a la empresa Neosistec son quienes han creado Navilens, el sistema que permite orientar a personas con discapacidad visual mediante el uso de dispositivos móviles y su aplicación. 

El equipo trabaja ahora en adaptarlo a distintos entornos y añadir nuevas funciones para la navegación. "Este año queremos seguir desplegando esa tecnología para añadir mejoras y facilitar la orientación y facilitar la navegación de la aplicación, continuar con el desarrollo", afirman desde el laboratorio.

Navilens, basado en códigos BIDI, a diferencia de otros marcadores como los códigos QR, posee un potente algoritmo basado en Visión Artificial capaz de detectar múltiples marcadores a grandes distanciasen milisegundos, incluso en movimiento y sin necesidad de enfocar. Este sistema, diseñado desde una estrategia de colaboración empresa-universidad, ayuda a personas con ceguera o baja visión a guiarse de forma completamente autónoma.

El pasado otoño, de forma piloto, la Autoridad Metropolitana del Transporte de Nueva York instaló la tecnología Navilens en la estación de de Jay St - Metrotech, una de las más concurridas de Nueva York

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