Las cataratas incrementan el riesgo de caídas en personas mayores

ALICANTE. Las cataratas suponen un serio problema para las personas mayores. Están relacionadas con el envejecimiento, que en este caso se manifiesta a través de la paulatina pérdida de elasticidad del cristalino (presbicia) y su opacificación, produciendo un efecto en la visión similar al de dirigir la vista a un objeto del que nos separa una cascada de agua. De ahí, su nombre: cataratas.

El director médico de Oftálica Clínica Oftalmológica de Alicante, doctor Enrique Chipont, explica que las cataratas no son perceptibles para otro ojo humano a simple vista. “Por ello, su diagnóstico requiere un minucioso examen”, afirma el doctor. Los pacientes con catarata tienen dificultades para enfocar y suelen ver las imágenes de manera más difusa.

Síntomas de las cataratas

Algunos de los síntomas más comunes de las cataratas son:

• Dificultad para leer, reconocer caras y visualizar pantallas.
• Halos de luz que dificultan tareas como la conducción.
• Incremento de la miopía y disminución de la hipermetropía.
• Visión doble en un solo ojo.
• Pérdida de visión paulatina.

Cataratas y caídas

Sin embargo, además de todo esto, la existencia de cataratas supone un factor más de inestabilidad, que propicia una mayor facilidad para sufrir caídas en el entorno doméstico o fuera del hogar. “Los pacientes que sufren de cataratas en un estadío avanzado y no se han sometido a cirugía para eliminar las cataratas tienen mayor riesgo de caerse”, explica el doctor Chipont. “Esta circunstancia se produce porque la pérdida de la agudeza visual del paciente incrementa la sensación de inestabilidad”.

“A todo ello se suma que la persona con cataratas no percibe tampoco con claridad la dimensionalidad de los objetos que tiene ante sí, lo que supone que el riesgo de un percance es todavía mayor”, agrega el doctor Chipont. Por otra parte, son consecuencia de la edad. Por tanto, “quien las padece suele ser mayor y el riesgo de las consecuencias de una caída es mayor que en una persona más joven o menos madura”, apunta.

Suelen aparecer las cataratas en torno a los 60-65 años. Su única solución es quirúrgica, mediante una cirugía ambulatoria (no requiere hospitalización) y con anestesia local. La duración aproximada de la cirugía es de 15 minutos y el paciente entra y sale por su pie del quirófano. El director médico de Oftálica Clínica explica que “las cataratas no mejoran nunca. Al contrario, empeoran. El proceso es irreversible. Sólo la cirugía lo corta de raíz”.

En este sentido, el doctor Chipont destaca que “no acudir a la consulta oftalmológica en estos momentos es un error. Es aconsejable el diagnóstico y cirugía de las cataratas en estadíos tempranos. Las consultas médicas son totalmente seguras. Si decidimos quedarnos en casa, la única y lamentable consecuencia será que la patología se agravará”.

Cataratas y lentes trifocales

El doctor Chipont destaca que “los quirófanos son lugares seguros, limpios y sometidos a todas las medidas de asepsia y seguridad”. En Oftálica “contamos con quirófano propio, lo que reduce muy considerablemente el estrés preoperatorio de los pacientes. En un momento tan crucial como la cirugía, se encuentran en un entorno conocido y con su equipo médico de confianza”. En el caso de Oftálica, durante la cirugía de cataratas “el cirujano puede sustituir el cristalino envejecido y opacificado por unas lentes intraoculares trifocales. Estas lentes permiten ver a corta, media y larga distancia, con lo que eliminamos las gafas”.