la junta directiva alerta de que "puede provocar lo contrario de lo que busca"

Los aparejadores: "El catálogo de Alicante es tan proteccionista que resulta contraproducente"

12/07/2017 - 

ALICANTE. El Colegio Oficial de Aparajadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación (COAATIE) de la provincia de Alicante ve con reticencias el catálogo de protecciones que ha elaborado el equipo de gobierno del Ayuntamiento de la capital alicantina para sentar las bases del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. A juicio de la junta directiva que preside desde hace unos días Martín Pomares Mollá, el citado catálogo es excesivamente proteccionista, lo que puede resultar contraproducente y conseguir el efecto contrario al que se busca.

En declaraciones realizadas a Alicante Plaza este martes (en el contexto de una entrevista que se publicará íntegra el próximo fin de semana), los miembros de la nueva junta directiva del COAATIE señalan que "el catálogo aumenta la protección sobre lo que ya había, con lo cual tenemos que decir que es muy proteccionista". Una condición que, a jucio del nuevo presidente de la institución, "va en contra de lo que pretende". Martín Pomares (elegido el pasado 27 de junio al imponerse su candidatura a la del expresidente Gregorio Alemany) advierte de que "cuando proteges mucho, al final haces inviable que esos edificios sean sostenibles". 

El catálogo está vinculado al Plan General vigente, de 1987, y sólo tiene un carácter inspirador sobre el futuro Plan General Estructural, de modo que puede orientar su redacción pero no la determina. Es decir, el catálogo no califica ni clasifica suelo, ni transforma el planeamiento vigente, aunque marca las pautas del futuro. De esta forma, no solo protege elementos paisajísticos, sino que también cataloga edificios y elementos históricos sobre los que se limita el margen de actuación de sus propietarios: por ejemplo, limitando la edificación en altura.

Al respecto, la junta directiva del Colegio de Aparejadores señala que esa protección de los edificios históricos es la que puede resultar contraproducente, al elevarse el grado de limitaciones respecto a las que existían hasta ahora. "Yo voy a reparar un edificio si al final voy a conseguir obtener un beneficio de ese edificio", ejemplifica Pomares, "pero si la protección es tan alta que impide que sea rentable, al final terminas por dejarlo ahí, y en vez de promocionar esos edificios históricos terminas por hundirlos en la miseria y que se terminen cayendo a trozos". 

El presidente del COAATIE recuerda que no es la primera vez que se plantea este debate. "No tiene sentido. Esto ya se ha planteado y se ha debatido muchas veces, y cuando ha habido una norma muy proteccionista, el efecto que genera es el contrario", al no haber inversores interesados en mantener los inmuebles históricos.

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