Vicent Mascarell, posa antes de la entrevista. Foto: MARGA FERRERVALÈNCIA. El PSPV-PSOE celebró los días 22, 23 y 24 de marzo un congreso extraordinario en Benicàssim que sirvió para ratificar el nombramiento de la ministra Diana Morant como nueva secretaria general del partido en sustitución de Ximo Puig, que abandonaba el cargo tras 12 años al frente de los socialistas valencianos.
Una de las principales incógnitas del cónclave era quién sería el próximo secretario de Organización del PSPV, probablemente el área más relevante del partido, dado que José Muñoz, que ejercía en el cargo desde 2017, ya había sido nombrado portavoz en Les Corts. Finalmente, Morant barrió para casa y designó a Vicent Mascarell (Gandia, 1973), un dirigente con experiencia en el ámbito orgánico y municipal que, además, y así lo subrayan los veteranos del partido, se rige por los patrones clásicos de actuación que generalmente acompañan a los responsables de este área en el PSPV.
Concejal en Gandia y diputado provincial, Mascarell ya venía desempeñando estas funciones de organización en la dirección de la provincia de Valencia. Así, ahora toma la alternativa y recoge el ascenso ofrecido por Morant para ser el jefe de la sala de máquinas del PSPV en toda la Comunitat. El secretario de Organización recibe a Valencia Plaza en la sede del partido para analizar la actualidad política y su hoja de ruta interna para la formación socialista.
-Secretario de Organización y de Gandia, igual que la nueva líder del partido. ¿Se lo esperaba?
-Uno no elige donde nace. En cualquier caso, fue una sorpresa. Pensaba que tendría algún lugar en el equipo de Diana Morant, pero no de esta relevancia.
-¿Cree que ha causado malestar o recelo en algunos sectores del PSPV su nombramiento precisamente por ser de Gandia?
-Sin ánimo de ser presuntuoso, he recibido muchas más felicitaciones de las que esperaba y he generado más consenso de los que muchos creían.
-¿Cuáles son sus principales líneas estratégicas para este PSPV en la oposición y con un liderazgo nuevo?
-Fundamentalmente, el objetivo es preparar el partido para que esté en disposición de recuperar la Generalitat antes de 2027. Estoy convencido de que estamos ante un ciclo corto de una legislatura que no llegará a agotarse.
-¿Por qué piensa eso?
-Un gobierno que se sustenta con un partido extremo y que está practicando políticas extremas es insostenible en la sociedad actual. Creo que la sociedad es ahora más tolerante y estas políticas tan radicales van a provocar un cambio de gobierno mucho antes de lo que el mismo Carlos Mazón espera. Debemos estar preparados para que las elecciones vengan antes de 2027 porque Vox le va a abocar a esta situación.
-Hay quien cuestiona que Diana Morant pueda compatibilizar su puesto como ministra con la dirección del PSPV-PSOE. ¿Cree que suma su presencia en el Gobierno o puede restar?
-Es una magnífica oportunidad tener una ministra del Gobierno de España defendiendo los derechos de los valencianos en Madrid y en la Comunitat. Resulta paradójico que actualmente se defiendan mejor estos derechos desde La Moncloa que en el Palau de la Generalitat.
-El Gobierno valenciano formado por PP y Vox discrepa en esto y ya ha puesto la proa precisamente hacia Morant por formar parte del Gobierno de España, dado que le exigen que satisfaga todas las reivindicaciones valencianas de forma inmediata. ¿Lo ve un problema?
-Lo que veo es que el Consell de PP y Vox actúa como un niño malcriado. Siempre se está quejando y es incapaz de afrontar las necesidades que tienen los valencianos. Insisto, la mejor defensa de nuestros intereses viene de la mano del PSOE de Pedro Sánchez y de Diana Morant.
-¿No cree que Morant se va a encontrar situaciones incómodas en esta legislatura dado que el Gobierno de España es de signo socialista? Por ejemplo, si no llega la reforma del sistema de financiación.
-La política también es gestionar contradicciones y todos las tenemos. Debemos también romper clichés: ¿más financiación? Sí. Pero, ¿para qué? ¿para bajarle los impuestos a los ricos como hace Mazón? ¿para practicar políticas que persigan la lengua? ¿para impedir la libertad de expresión? ¿para volver a épocas de nepotismo?. Tenemos que poner en la agenda también este hecho; por ejemplo no resulta lógico estar pidiendo más recursos económicos y al mismo tiempo rebajar los impuestos a los ricos y recortar en políticas sociales como hace el PP.
-El Gobierno de Sánchez insiste ahora en que no puede reformar el sistema de financiación si no hay una posición única en el PP porque se requiere una mayoría en el Congreso, pero parece evidente que la responsabilidad de tomar la iniciativa es del Ejecutivo central. ¿Cree que esa estrategia de sus compañeros socialistas desde Madrid, la de tratar de pasarle la pelota al PP, es la adecuada?
-A ver, nunca han llegado tantos recursos económicos a la Comunitat Valenciana como con los gobiernos de Pedro Sánchez. Esto es una realidad empírica. Lo que tiene que entender el señor Mazón es que es presidente de la Generalitat no sólo para llorar, sino también para gobernar.
-Sí, ¿pero no debería ser el Gobierno central el que tomara las riendas en este tema y pusiera un modelo sobre la mesa si realmente es la intención reformar el sistema?
-Bueno, el gobierno ha acometido distintos intentos. También debemos ser conscientes de que la realidad parlamentaria y las mayorías aritméticas son las que son. Yo no veo ninguna voluntad del PP para llegar a acuerdos en ningún ámbito. ¿De verdad alguien cree que el PP estaría dispuesto a sentarse y replantear la financiación a nivel estatal? Sinceramente, no. Hace falta una mayoría amplia y otro tipo de interlocución dado que Núñez Feijóo, que se supone que venía a marcar la moderación, es un sólo un portavoz radical de la derecha.
-Nos dirigimos a varios procesos electorales consecutivos: vascas, catalanas y europeas. Los comicios gallegos no fueron bien para los socialistas, ¿cómo cree que pueden afectar a la marca PSOE y al PSPV los procesos que vienen?
-El partido ya se ha puesto en marcha aquí en la Comunitat para activarnos de cara a las europeas, aunque también estaremos pendientes de los otros compromisos previos. Pienso que estas tres elecciones nos van a ir bien. En el País Vasco y en Cataluña la derecha está desaparecida y nosotros estamos sustentando gobiernos. Es más, creo que podemos ganar las elecciones con Salvador Illa en Cataluña, lo que sería un punto de inflexión del escenario político en España y nos dejaría en una buena posición para las europeas.
-¿Por dónde el PSPV-PSOE debe atacar al actual Gobierno valenciano para situarse en una posición de recuperar la Generalitat?
-Entiendo que, para empezar, hay que poner el foco en que en estos 10 primeros meses de gobierno no se ha visto un plan, una idea que contribuya a resolver los principales problemas valencianos en sanidad, infraestructuras, educación... Mazón es un presidente más dedicado al TikTok y al Instagram que a la gestión pública. Con su manera de actuar, la gigafactoría de Volkswagen no habría llegado a la Comunitat Valenciana y Ford hace tiempo que habría abandonado Almussafes. Su hito en estos 10 meses ha sido presentar cinco leyes innecesarias que sólo aspiran a generar odio y miseria.
-¿Y no les preocupa que esta estrategia de atención digital de Mazón a las redes sociales pueda ser fructífera para alcanzar a una parte del electorado como los jóvenes alejada de los partidos clásicos?
-Pero es que al señor Mazón no lo han elegido para trabajar tres días a la semana o para comer papas en los bares; lo han elegido para solucionar los problemas de los valencianos. Para poner a la Comunitat en la vanguardia de captar inversiones y generar empleo, no para quejarse y salir en las redes sociales. Con eso no va a solucionar los problemas de los valencianos.
-¿Qué papel pueden jugar las movilizaciones en esta legislatura? ¿Planean dar la batalla en la calle como estrategia frente al Consell actual?
-Las calles, las plazas, son los espacios naturales de los que no son poderosos y donde la izquierda siempre se ha sentido cómoda. Estamos viendo acciones del Gobierno valenciano que están atacando espacios sensibles como la memoria democrática, el valenciano, la libertad de expresión... y eso creo que va a provocar que vuelvan a conquistarse las calles.
-Durante los ocho años de mandato de Ximo Puig, no se percibió un aumento de la afiliación. ¿Cómo quiere incrementarla?
-El nuestro es un partido instrumental: tiene el objetivo de cambiar la sociedad desde el gobierno. Ahí es donde nos sentimos más útiles. La falta de militancia al uso es, por los nuevos tiempos, algo generalizado. Aún así podemos presumir de que tenemos un músculo de más de 17.000 habitantes, con casas del pueblo en todos los municipios de la Comunitat. Es verdad que cuando gobiernas, de una manera natural, te sueles centrar en atender las necesidades de la ciudadanía. Nuestro papel ahora es hacer oposición al gobierno de Mazón y Vox y preparar al partido para un espacio de combate electoral permanente. No me gusta utilizar esa palabra, pero es verdad que la derecha y la ultraderecha nos está llevando a espacios de combate que no vamos a eludir. Estamos dispuestos a asumir cualquier batalla en defensa de la libertad y la democracia.
-El reto de Morant es la movilización y relanzamiento del partido. ¿Cuáles son las claves para lograrlo?
-Bueno, una de las claves es que las decisiones de Mazón y de Vox están movilizando de una forma rápida y exponencial al votante progresista y eso se verá en las próximas elecciones europeas.
-El congreso se cerró sin la presentación de ningún documento político. ¿Cree que fue un error?
-Era un congreso extraordinario, con todo lo que ello conlleva. Hicimos lo más importante, que era la renovación del liderazgo. Hay un cambio generacional que va a marcar época y se ha hecho con humildad, cohesión y generosidad. Quiero destacar la capacidad de Morant de sumar sensibilidades diversas y capacidades múltiples para situarnos de nuevo, sin perder un minuto, en el camino de recuperar la Generalitat.
-Existe una incógnita sobre el calendario del PSPV. ¿Habrá otro congreso ordinario el año que viene cuando se celebre el cónclave federal tal y como marcan los estatutos? ¿O se pasará directamente a los congresos provinciales?
-Con los estatutos en la mano, después del congreso federal debería haber un congreso del PSPV. Eso sería lo previsible, aunque también podría producirse alguna situación extraordinaria que variara ese calendario.
-Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa llegaron a un acuerdo con Morant para no presentarse a las primarias e integrarse en la dirección del PSPV. ¿Ese pacto incluye la continuidad de ambos como líderes provinciales?
-A ver, los liderazgos provinciales se resolverán en sus procesos correspondientes cuando llegue el momento. Quiero resaltar, no obstante, la generosidad que habido por parte de Alejandro y Carlos en todo este proceso y van a tener un papel fundamental en la recuperación de la Generalitat y otras instituciones.
-Los estatutos del partido señalan que no se puede compatibilizar dos cargos orgánicos en direcciones provinciales y autonómicas o, al menos, que el total de cargos en esa situación no puede superar el 10%. Esto, tal y como informó este diario, ocurre ahora mismo en la nueva ejecutiva del PSPV. ¿Se han planteado alguna solución?
-Estamos aterrizando la normativa a cada uno de los ámbitos y el partido actuará en consecuencia para cumplir con los estatutos, como no puede ser de otra forma.
-¿Y eso en que se traducirá? ¿Dejando sus puestos en alguna de las ejecutivas?
-Bueno, se deberá gestionar caso por caso. Las normas se deben aplicar pero habrá que ver también las circunstancias, la trascendencia... y ver cómo se ajusta todo cumpliendo con los estatutos. En cualquier caso, no creo que eso vaya a ser un problema.
-Desde la dirección provincial de Valencia, se transmitió que todos los cargos que tienen duplicidad dimitirían de sus cargos en esa ejecutiva excepto Fernández Bielsa y la presidenta, Neus Garrigues. Usted, que es responsable de Organización en esa dirección, ¿va a dimitir también?
-Por mi parte no voy a ser un problema. Estamos a disposición del partido para sumar esfuerzos, ser más ágiles y eficaces.
-¿Tiene constancia de que se hayan producido esas dimisiones previstas en la ejecutiva provincial de Valencia?
-No, pero tampoco eso significa nada. El congreso ha sido hace muy poco y estamos aterrizando todavía.
-Una de las preocupaciones estratégicas de 2027 podría ser la Unión Municipalista que se viene gestando con formaciones independientes, entre ellas, Ens Uneix, liderada por el exsocialista Jorge Rodríguez. ¿Qué opina de este proyecto? ¿Lo teme?
-Lo único que nos preocupa sobre eso es que detrás de este tipo de operaciones esté el PP y el señor Mazón, aprendiz aventajado del señor Zaplana, dado que fórmulas similares se utilizaron en los años 90. Por lo demás, cada fuerza política tiene derecho a articular su proyecto cómo, cuándo y con quien quiera.
-¿Cree que es así? ¿Piensa que detrás de ese proyecto está en la mano del PP como en su día existió el PSI?
-Veo mucho similitudes en la manera de actuar y en el contexto. El señor Mazón ya estaba en un gobierno del PP cuando se produjeron aquellos hechos, así que no me extrañaría que se estuvieran reproduciendo este tipo de actuaciones.
-¿Ve alguna posibilidad de reconducir las relaciones con Ens Uneix e incluso recuperar la diputación en este mismo mandato? La nueva líder del PSPV, Diana Morant, ha protagonizado varias intervenciones de mano tendida en esa línea.
-¿Por qué no? Creo que es una obligación del PSPV intentar recuperar las políticas de progreso en todas las instituciones y la Diputación de Valencia es una de ellas. Así que no renunciamos a ello. No depende sólo de nosotros, pero haremos todos los esfuerzos para conseguirlo y en ello la predisposición de Diana Morant es clara. Los episodios que se están produciendo en la diputación también pueden ser favorables a que cambie la coyuntura. El otro día, la derecha llamaba al PSPV partido "criminal" en la Diputación: entiendo que a gente progresista como Jorge Rodríguez y sus compañeros tampoco les resultan cómodas ese tipo de situaciones.
-Es curioso que tenga esa idea sobre la incomodidad que pueda producirles eso y, al mismo tiempo, su recelo se dirige a que hay una alianza con el PP de Ens Uneix para impulsar la Unión Municipalista.
-Bueno, ahora ha habido un cambio de liderazgo en el PSPV y Morant ha manifestado una predisposición y una empatía que igual faltó en otros momentos por parte del partido. Aunque no sé si eso es suficiente, porque no sé si esa fue la causa de que Ens Uneix gobierne con el PP, también hay que ponerlo en valor. Así que creo que hay que dejar que pase el tiempo y ver cómo evolucionan las cosas. En esto creo que tan importante es el cambio de liderazgo en el PSPV como las políticas extremas que practica el PP y pueden incomodar a Ens Uneix, que proviene del espacio progresista.
-Estos días se ha producido el archivo de la causa contra Mónica Oltra. ¿Cree que para las posibilidades de la izquierda en 2027 sería bueno que Oltra regresara a la primera línea política?
-El archivo es una buena noticia para Mónica Oltra y su familia en primer lugar. Pero también lo es para Compromís y para la izquierda en general. Por el contrario, es una muy mala noticia para el PP: son vergonzosas las declaraciones de Carlos Mazón tras el archivo en un caso de infamia como el que se produjo alrededor de la vicepresidenta del Consell. En cuanto al futuro, ella es la que debe gestionarlo como considere.
-Conviene recordar que el PSPV y Presidencia, así se señaló en ese momento, apostaba por la dimisión de Oltra en aquella situación.
-Es cierto que quizá debemos hacer una reflexión en la izquierda y en nuestro partido sobre la exigencia extrema de responsabilidades políticas. El caso de Jorge Rodríguez y el de Mónica Oltra son dos ejemplos de decisiones extremadamente pulcras que han llevado a situaciones tremendamente injustas. Pero también hay que ser conscientes de dónde veníamos: la Comunitat Valenciana era el gobierno de la corrupción y fuimos muy combativos con la derecha en esto. Así que la autoexigencia de la izquierda también nos condujo luego a estas situaciones y pagaron las consecuencias personas a las que queríamos y admirábamos.
