EL VIÑETISTA PUBLICA 'MUNDO EN LLAMAS'

Rubén Fdez, sobre 'El Jueves', el humor y las redes: "Es una suerte opinar de lo que quiera"

22/01/2024 - 

CASTELLÓ. Preguntas que muchos posiblemente nos hicimos entre 2021 y 2023 habitan en el nuevo libro de Rubén Fdez. El viñetista de Vila-real que lleva desde 2018 dando forma al 'Consultorio Random' de El Jueves, sabe encontrar el chiste, pero también la respuesta a muchos de los problemas que existen en la sociedad actual. Eso sí, en una balanza, no sabría el dibujante asegurar si hay más risas o reflexión en sus historietas, pero qué importa. Tras publicar Mundo en llamas, como así ha titulado al volumen que continúa a Preguntas frecuentes sobre el Siglo XXI, Fdez explica a Castellón Plaza cómo se cocinan sus viñetas. También, charlamos con el profesional de la nueva etapa que afronta El Jueves, la prensa escrita en general, así como el arte ante la irrupción de la Inteligencia Artificial. 

-Has decidido titular la segunda entrega del 'Consultorio Random' como Mundo en llamas. Muy idóneo viendo quién protagoniza las viñetas y también viendo que los problemas de la sociedad no mejoran, ¿no?
-Es un juego de palabras claro. Y realmente el mundo está cada vez peor a todos los niveles. Hay varias guerras. La gente está como muy enfadada todo el rato por todo y cada vez se polarizan más hacia posturas de extrema derecha. De todo eso hablo en el libro, así que me pareció adecuado el título. Además, la gracia de Mundo en llamas es esa, que sea una llama. 

-¿Y qué es lo que más le preocupa al lector? ¿Cuáles son esas preguntas que más se repiten?
-Pasa una cosa, que las preguntas me las he inventado. El formato de la serie es como un consultorio y realmente al principio de la serie, cuando empezó en 2018, sí que intenté que lo fuera, pero ocurría que la gente hacía preguntas de broma. En el programa de Berto y Buenafuente, Nadie Sabe Nada, también el público lanza preguntas y el 90% de ellas son coñas, pero en este caso esto funciona, porque ellos responden con una coña más gorda, pero en la serie el propósito era otro. Consistía en que la gente hacia preguntas en serio y yo las respondía de manera menos seria. Pero, esto no fue así, la gente hacía preguntas que no admitían respuestas porque eran chistes en sí mismas. Así que pasé a inventar mis propias historias. Aunque trato de que sean cuestiones perfectamente válidas para todos.

-Se propone un equilibrio muy divertido entre las respuestas de la llama y el humano, porque, por lo general, el segundo parece haber perdido más el norte. ¿Hasta qué punto buscas deliberadamente mantener el equilibrio entre el humor y la reflexión?
-Realmente en mi cabeza hago automáticamente esa distinción entre los dos tipos de páginas que hay en la serie. En unas hay más reflexión, porque tengo algo que decir sobre un tema concreto. Desde el humor, doy una opinión y muestro mi posicionamiento. Pero luego hay otras historietas que son pura tontería. Por ejemplo, una página va sobre cómo se cata un vino y yo no tengo ni idea de cómo catar vinos, así que me lo invento muchísimo y es todo como una escala de tonterías, cada viñeta es más tonta que la anterior. Ahí no hay ninguna reflexión que aportar ni nada. Sin embargo, hay otras páginas sobre criptomonedas, un tema que me parece bastante serio porque es una estafa y ahí sí que me posiciono. Pero no pienso tampoco en esta semana toca reflexión y otra semana tontería. Depende de cómo se me va ocurriendo. Si hay un tema que creo importante para hablar "en serio" lo hago y sino pues suelto chorradas y a correr. 

-¿Y todo este proceso creativo no te conduce al desgaste?
-No, bueno, a mí no me afecta. De hecho, hasta me viene bien. Al ser autónomo y trabajar en casa, paso mucho tiempo en las redes sociales, pero opinar en estos sitios me parece terrible, porque la gente está enfadadísima y te salta al cuello por cualquier cosa que digas, en cualquier sentido. Entonces, la suerte de mi trabajo es que me permite opinar de lo que quiera y como yo quiera. Mucha gente lo lee, porque se publica en El Jueves, pero siento que mis opiniones no se someten al juicio de las redes. Aunque pueda terminar en ellas porque no deja de ser una revista nacional, como lo hago por mi trabajo, siento que puedo expresar mi opinión sin entrar en el juego de las "llamas" de Twitter (ahora X). Quien me lea en El Jueves sabe de qué palo voy y cómo pienso y el humor que hago. Así que no me llega tanto 'flame' como me llegaría de otro lado.  

-En una de las viñetas se pone en debate si hay que respetar absolutamente todas las ideologías. Las tolerantes y las que no.
-Esa página la hice hace años por una concentración de nazis que hubo, pero nazis literales que se llamaban así mismos así. Salió una chica joven, muy mona, que hacía como un discurso súper nazi contra los judíos y los medios se hicieron eco de ello preguntando "¿Quién es esta nazi guapa que hay ahora?" Luego la llevaron a la tele y le hicieron hasta entrevistas. ¿Estamos locos? Da igual que sea una chica guapa, es nazi, no le deis espacio en los medios. Ha llegado un punto en que se toleran las ideologías como el nazismo, que son la intolerancia. Esta página la hice por eso, en ese contexto. ¿Se supone que deberíamos tolerar a gente que abiertamente quiere matar a otra gente? Estamos llegando a un punto muy extremo y hay quien opina que esto no se puede tolerar, pero después hay otra gente que dice que "a ver, también son personas." Pero es que lo que piensan estos, no debería de difundirse en ningún lado.

-En relación, también hablas en el libro del "efecto mandela" y la capacidad que tiene la sociedad por generar falsos recuerdos colectivos.
-Sí, aunque en el libro lo enfoco más en tonterías, por ejemplo en que la gente no recuerde que el muñeco de Mr. Proper tenía sombrero mexicano o que piensen que el logo de Coca-Cola es sin el guión en medio. Pasa mucho con detallitos como este. Lo preocupante sí que sería más que esto suceda con las fake news. Mucha gente difunde noticias falsas y si les descubres te aseguran que sí, que son falsas, pero que podrían haber pasado o puede pasar perfectamente en un futuro. Esto puede provocar un efecto Mandela. Realmente también sucede con los juicios. La opinión pública juzga a una persona antes de que se demuestre si es culpable o no. Si ya se quedan como que son culpables, aunque el juicio diga después lo contrario, las personas se quedan con eso.

-Por otra parte, hay un momento en el que la llama crea una revista en papel que bautiza como ‘Suicidio comercial’. ¿La prensa escrita tiene poco que hacer ante la profunda transformación digital del sector?
-No tengo ni idea. Te puedo hablar del caso particular de El Jueves, que ha pasado de ser una revista semanal a una mensual. Algo que habla bastante de la situación de la prensa ahora mismo, y es que está fatal la cosa. Yo lo que veo es que cada vez hay menos kioscos. No es que haya una prensa que esté desapareciendo, es que hasta los puntos de venta desaparecen. Vas a cualquier estación de tren, o sitios en los que era muy tradicional comprarse una revista y leer en el viaje, y ya no hay casi. No recuerdo ninguna estación que tenga un kiosco ahora mismo. En nuestro caso, el paso a mensual de El Jueves no es bueno en absoluto. Es un cambio que se ha hecho para que cuadren los números y ahora mismo pues la cosa está bien, pero claro ha supuesto cambios muy dolorosos. Además, la alternativa de la prensa pasa por las suscripciones, pero es que hoy en día hay que suscribirse a todo. Desde para ver Netflix o escuchar música, hasta para leer un periódico. Así que yo, por mi parte, espero que la revista dure mucho tiempo. Y, en fin, rezar para seguir teniendo trabajo.

 

-¿Están siendo las IAs un problema importante para los viñetistas?  
-Está siendo terrible. He hablado en el libro de las criptomonedas o de los NFTs, pero son cuestiones que no me preocupan mucho, porque estaba claro que iban a acabar cayendo y así ha sido, porque era insostenible. Pero, con las IAs veo que estamos ante algo igual de chungo que sí que tiene más calado. Mi ayuntamiento hizo un cartel claramente con IA y es gravísimo. Usar una IA supone coger una tecnología que se ha alimentado del trabajo de un montón de autores y que ha vomitado todo ese trabajo, todos los estilos con los que se ha entrenado, para hacer un cartel del que esos autores no han visto nada de remuneración. Y todo para que el ayuntamiento y el estudio de diseño que se ha encargado de hacer ese cartel se ahorren dinero. Además, el resultado lo ves y es un poco una mierda, porque hay un montón de detalles que no encajan, cosas que están resueltas de un modo súper extraño. Lo que pasa es que yo como artista puedo ver que eso es terrible y que no transmite nada, pero a primer vistazo puede quedar resultón. Y alguien que no sabe nada de arte, ni tiene porqué saber nada de ilustración o diseño, lo ve y piensa que queda bien. Muchos de quienes pagan, de hecho, por estos trabajos no ven más allá de eso y quieren solo que quede resultón y aparente. Entonces, es un peligro porque se usa un trabajo robado, pero además es que da resultados mediocres. 

El peligro es real, se puede llenar el mundo de mediocridad o trabajos directamente malos. El arte tiene sentido si lo hace un ser humano, porque tenemos algo que decir, una máquina no tiene nada que aportar, más que reproducir lo que ha hecho un humano anteriormente.

-La última vez que hablamos te pregunté si el 'Consultorio Random' continuaría otros diez años y me contestaste que sí, que aún no estabas cansado. ¿Sigue siendo así?
-Cansado no estoy. De hecho, ahora como El Jueves es mensual hago muchas menos páginas al año. Antes hacía como cincuenta y ahora hago doce, una por mes. Esto lo que me permite es seleccionar mucho mejor los temas de los que quiero hablar y estoy menos quemado. También gano menos, claro, pero al menos las páginas puedo pensarlas más. El problema es que hacer un tercer libro me va a llevar mucho tiempo. Antes en dos años tenía suficiente material, pero ahora he calculado que tendrán que pasar unos siete u ocho años y dentro de ese tiempo quién sabe dónde estamos.

-¿Y tienes en paralelo algún otro proyecto?
-Pues a ver hago menos páginas del consultorio, pero tengo más páginas de los temas mensuales de El Jueves. Realmente a ese nivel, estoy pasándolo mejor que en mucho tiempo. Porque eran muchos años de hacer cada semana las mismas series y como cada mes El Jueves se enfoca en un tema diferente es divertido.

Por otra parte, voy a comenzar un webcomic sobre J. K. Rowling. Quizás de eso ya hablé la otra vez, pero ya está más concreto. Tengo un montón de páginas terminadas y vamos a comenzar a publicarlas en Internet este mes o el que viene.


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Escribe todos sus reportajes con viñetas, Jess Ruliffson cree en el cómic como medio para hacer periodismo. Su gran obra, Invisible Wounds, es lo que pretende. Tratar de acercar la figura de los veteranos de guerra no para juzgarlos, sino para comprenderlos. Es una colección de testimonios en primera persona de ex marines que aborda temas tan dispares como la homofobia, el suicidio y el estrés postraumático con un enfoque aséptico, pero con una fuerte carga emocional inevitable

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