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el alcalde vuelve a repetir a pesar de sus escasa fuerza interna

Alejandro Soler evita abrir otra brecha en el PSPV ilicitano: Carlos González, alcaldable para 2019

23/09/2018 - 

ELCHE. Es el mejor candidato por su experiencia durante esos tres años y por su gestión al haber mantenido la estabilidad con diferentes formaciones políticas. Esa fue la premisa oficial que defendió el sábado por la mañana el secretario general del PSPV ilicitano, Alejandro Soler, exponiendo que el actual alcalde, Carlos González, será de nuevo el alcaldable del partido de cara a los comicios de 2019. Una decisión meditada y sopesada sobre la que la Ejecutiva ha estado orbitando desde el jueves por la noche, aunque tuvo el viernes desde la tarde y noche y el sábado por la mañana sus puntos cruciales. Finalmente, el sanchismo, encabezado por el propio secretario general, Alejandro Soler, optó por no impulsar unas primarias: Carlos González repetirá para las elecciones del próximo año.

González sale indemne tras el avance de Soler

Una decisión que no ha sido fácil, ya que Soler estaba a disposición de la militancia; si ellos u órganos superiores hubieran optado por él, hubiera aceptado el encargo. Sin embargo, eran varios los factores a tener en cuenta: González no ha tenido ninguna pifia relevante en el expediente desde 2015, ha recuperado el diálogo social con colectivos y asociaciones —aspectos que eran de mínimos, por otra parte—, ha impulsado medidas sociales, y aunque con sus más y sus menos lógicos con aliados coyunturales en o para el equipo de gobierno, ha dado una estabilidad a nivel local.

Aunque su perfil tiene menos empuje, en el sentido de que como muchos le han achacado, no ha cogido el toro por los cuernos en asuntos decisivos como el Mercado Central —cuyo enfoque del asunto hubiera sido diferente si hubiera dependido de algunos concejales, propios y aliados—, y se ha olvidado de la agrupación, se ha acabado imponiendo la ‘responsabilidad’, como indican desde el seno del partido, aunque hay quien considera que tampoco hubiera pasado nada por ser valiente e impulsar unas primarias. Sin embargo, con el vértigo de volver a meterse en un galimatías interno —a los que la agrupación ilicitana está más que acostumbrada—, pues no hay que recordar que fueron cuatro los aspirantes en las primarias a dirigir el partido en 2014, finalmente ha pesado más la posición de no intentar abrir otra brecha interna y tirar hacia delante con lo puesto.

Alcaldable, pero con un marcaje 'al hombre' para el futuro

En ese sentido, quizá sin Soler en la dirección del Sepes, premiado por el Gobierno por su fidelidad, la tesitura hubiera sido otra. De hecho, incluso desde la Ejecutiva los favorables a seguir con González tuvieron que hacer un esfuerzo por convencer a quienes estaban más enrocados en la postura de las primarias, las que querían a toda costa. Tras las negociaciones con el primer edil, desde el viernes a las 19 horas y el sábado por la mañana, la cosa quedaba clara: seguía el pacto de no agresión, relativa unidad y a sacar la mejor foto de cara a las próximas elecciones. Una puesta en escena en la que se veía la satisfacción de González, que con lo solo que está en la agrupación, se ha salido con la suya otra vez como alcaldable, y en la que había caras largas de algunos de los artífices de la conquista del sanchismo en Elche, y en la que faltaban caras importantes de la Ejecutiva y del grupo municipal. Quizá un fiel reflejo de esa victoria de la ‘responsabilidad’.

Con todo, con los estatutos en la mano, es la Ejecutiva la que elegirá la lista electoral, eso sí, consultando al candidato, aunque en este caso, será más un acto de cortesía dado el peso del aparato, que una vez pronunciado, elimina las posibilidades de que la militancia plantee hasta el martes los avales para celebrar unas primarias. Eso garantiza que aunque ni Soler ni nadie de su confianza sea el candidato, habrá un peso importante de su gente en la lista, quizá con un unos pocos fieles de González para equilibrar, pero con una clara mayoría sanchista, por tener un mayor peso en la agrupación y por haber ‘cedido’ en que el primer edil vuelva a repetir como alcaldable, que casi es un regalo por sus escasos apoyos —con un resquicio de Puig inclusive a lo lejos—. Como demuestra también quién será el enlace entre grupo municipal y agrupación. Eso sí, desde órganos superiores tienen en cuenta que tendrá que haber cierto equilibrio para que no haya disensiones ni peleas importantes durante el próximo periplo de cuatro años: una lista “hecha con cabeza”.  

La 'responsabilidad' se impone sobre otra pugna interna

Como estos últimos esperaban, el alcalde no iba a dar un paso atrás, aunque algún sector del sanchismo aún confiaba en que viera que no tenía mucho más recorrido, así que como dijo el ya candidato oficial en la mañana del sábado, "después de levantar la estructura del proyecto político en la primera legislatura, en la segunda toca consolidarla y culminar el acabado". Queda por ver cómo se transforman esas palabras en hechos, ya que la Ejecutiva acordó hace unos días tomar una decisión por fin con el Mercado Central antes de final de año, para que no hipoteque la campaña electoral —González defendía en 2015 la rehabilitación y Soler años anteriores ofreció un proyecto similar al actual, autogestionado por los placeros, para las elecciones de 2011—. 

De momento, el ya alcaldable habla en clave electoral, con la mirada puesta en acercarse a barrios y pedanías, que algún disgusto han traído este año, y en “solucionar los problemas heredados del Partido Popular”, en referencia al Mercado entre otros. Todo con la desconfiada mirada por el retrovisor del sector sanchista que, vencido por las ‘decisiones responsables’, sigue viendo cómo estas han vuelto a abrir la puerta a un rival que está prácticamente solo desde hace tiempo y suspirando con un 'qué hubiera pasado si...'.

De momento foto de unidad y a hacer cuentas un año más.  

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