Solo el Reus tiene un límite salarial inferior al del Elche

13/09/2018 - 

ALICANTE. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha hecho público este jueves el límite salarial o de coste de plantilla máximo autorizado a cada uno de los equipos de Primera y Segunda División A.

Segundo por la cola

En el caso del Elche, la patronal de los clubes desvela que le permite un gasto máximo en plantilla de 3.856.000 euros, lo que coloca a los franjiverdes a la cola de la categoría, solo por delante del Reus que cuenta con un límite todavía inferior, de 3.157.000 euros.

Así, a los otros tres equipos recién ascendidos, la Liga les ha fijado un límite salarial superior al del Elche, concretamente de 4.046.000 euros en el caso del Rayo Majadahonda, 5.155.000 euros en el del Extremadura y 6.928.000 euros en el del Mallorca.

Los que más pueden gastar

Málaga, Las Palmas y Deportivo de La Coruña, los tres conjuntos descendidos de Primera son los que mayor margen tienen para gastar en plantilla en el presente curso: en el caso de los malacitanos, se les autoriza un gastos máximo de 25.245.000 euros, mientras que a los palmenses la LFP les fija un límite salarial de 19.284.000 euros y de 18.513.000 euros a los coruñeses. Les sigue el Sporting de Gijón con 10.917.000 euros; el Osasuna con 11.118.000 euros; y el Granada con 9.543.000 euros.

El caso de Nacho Gil

Este límite salarial o de coste de plantilla es el importe máximo que cada club puede gastar en jugadores, primer entrenador, segundo entrenador y preparador físico del primer equipo, lo que se conoce como plantilla inscribible, y en su filial, cantera y otras secciones, la llamada plantilla no inscribible.

Los conceptos que se incluyen en el límite de coste de plantilla deportiva inscribible y no inscribible son: salarios fijos y variables, seguridad social, primas colectivas, gastos de adquisición (incluidas comisiones para agentes) y amortizaciones (importe de compra de los jugadores imputado anualmente en función del número de años de contrato del jugador).

Cada club propone a la patronal su límite de coste de la plantilla, una vez tiene su presupuesto elaborado (resulta determinante el capítulo de ingresos, pero también los gastos que se han de afrontar), pero la última palabra la tiene la Liga que exige que el mismo garantice la estabilidad financiera de cada entidad. Este límite puede verse incrementado a lo largo de la temporada, algo a lo que precisamente aspira el Elche que lo necesita para, por ejemplo, reforzarse en el mercado de fichajes de invierno sin conceder bajas o realizar un traspaso. 

El extremo del Valencia, Nacho Gil, es un buen ejemplo del problema que ha supuesto para el club franjiverde el límite salarial que se le ha fijado ya que no lo pudo inscribir dentro de la ventana de fichajes de verano y ahora el extremo entrena bajo las órdenes de Pacheta pero sin poder jugar los partidos, confiando en que de cara a enero sí se le pueda inscribir.

La situación vivida en el Elche también se produjo en Reus solo que de manera mucho más dramática ya que el conjunto rojinegro se quedó sin poder dar de alta a varios jugadores que tenía firmados (Tito Ortiz, Vítor Silva, Karim Yoda, Pol Laporta e Isaac Cuenca) y lo anterior después de desprenderse de otros como Dejan Lekic que fue traspasado al Cádiz, conjunto que también tenía en el límite salarial un grave problema en agosto pero que pudo solventarlo con el traspaso de Álvaro García al Rayo.

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