el billete / OPINIÓN

¡Suerte con la ventanilla única!

19/05/2024 - 

Carlos Mazón presentó el pasado lunes a bombo y platillo, con tirón de orejas incluido de la Junta Electoral, el plan Simplifica, subtitulado "mucho menos para mucho más", un voluntarioso plan de modernización de la administración que a quienes ya tenemos unos años nos provocó una sonrisa de conmiseración, especialmente cuando escuchamos aquello de que la Generalitat creará "una ventanilla única".

Recuerdo que cuando empecé en este oficio, allá por 1992, ya escribí sobre este mantra que repetían empresarios y políticos como una necesidad ineludible, desconociendo que la tal ventanilla única ya existía formalmente desde finales de los años ochenta, creada por el Consell de Joan Lerma. Pero que existiera en el DOGV no quiere decir que funcionase, y a las pruebas me remito. Tres décadas después los políticos continúan prometiéndola.

Tener una sola ventanilla en la que ciudadanos y empresas puedan resolver sus asuntos sin sentirse como monsieur Sans-délai en 1833 es un sueño que para muchos políticos ha resultado inalcanzable, y no porque no lo hayan intentado. Baste recordar que Camps puso en marcha, a partir de 2010, dos Planes de Simplificación y Reducción de Cargas Administrativas (Sirca 1 y Sirca 2), que preveían la ventanilla única. En 2014, ya con Alberto Fabra, un informe de autoevaluación reconocía que, "no habiendo sido todavía posible su implantación", se seguiría trabajando en esa línea "a lo largo de 2015". Tomó el testigo el Consell del Botànic, que lanzó un Plan anual de Simplificación y Mejora de la Calidad de los Servicios Públicos (2016), además de un Plan de Atención a la Ciudadanía, Simplificación y Mejora de la Calidad de los Servicios Públicos 2017-2019 y un Plan de Atención a la Ciudadanía 2020-2023 denominado "Atent-a".

Todos con su cronograma y su plan de evaluación por objetivos. Uno de los proyectos de Puig tenía 136 páginas, frente a las 110 del plan Simplifica de Mazón, no por ello menos ambicioso. "Me conformo con que se haga el 10%", me respondió uno de los empresarios a los que pregunté tras la presentación, la mayoría escépticos por experiencia.

Foto: GVA

No se puede negar que en 30 años hemos avanzado bastante, puede que a base de alcanzar el 10% de los objetivos de cada plan. En buena parte ha sido gracias a los avances tecnológicos que no toda la ciudadanía conoce —de ahí que reducir la brecha digital sea uno de los objetivos del plan Simplifica—, pero en algunas ventanillas continúan exigiendo documentos que expide otra administración y que hay que pedir en otra ventanilla. Y en algunos organismos continúan abusando de la cita previa, cuya obligatoriedad es ilegal, como ya comenté aquí, y que algunas organizaciones funcionariales han utilizado para espaciar las citas y pasar unas mañanas de lo más plácidas.

Que el presidente anuncie que se potenciará la declaración responsable para abrir un negocio sin tener que esperar a la licencia y que se creará la figura de las entidades colaboradoras de certificación 21 años después de que Camps aprobara un decreto (254/2003) "por el que se aprueban medidas de simplificación administrativa para la puesta en servicio de determinadas instalaciones industriales liberalizadas, con la colaboración de los organismos de control autorizados" es una demostración de que una cosa es legislar y otra dar trigo. Dicho de otro modo, que las primeras víctimas de la burocracia son los propios legisladores cuando intentan acabar con ella.

La presentación de Mazón coincidió esta semana con dos noticias que dan idea de lo mucho que queda por hacer. Una es que, según denuncian las empresas del sector, el Consell tarda más de 17 meses en realizar los primeros trámites de autorización de una planta solar, que por ley deberían estar resueltos en un máximo de tres meses. 

La otra, la "excesiva burocratización" del sistema de servicios sociales denunciada por el Síndic de Greuges, Ángel Luna, que irritó con sus verdades del barquero a la vicepresidenta Susana Camarero, como en su día cabreó a Mónica Oltra. Luna, eso sí, erró al pedir "un plan Simplifica para los servicios sociales", ya que el plan del Consell sí contempla la mejora de los servicios sociales, aunque en la presentación se hiciera especial hincapié en las necesidades de las empresas. De lo que no se dice ni pío en el plan es de acabar con el calvario de la administración de Justicia. ¿Será porque la gestiona Vox?

Cayetano García, con los representantes de los empresarios. Foto: GVA

Tras la presentación del proyecto en el Palau de les Comunicacions de València, le desee suerte al artífice del plan Simplifica, Cayetano García, secretario autonómico de Presidencia, que es funcionario —secretario de la Administración Local—, por lo que conoce bien cómo se las gastan los empleados públicos, sin cuyo apoyo decidido toda reforma de la administración está abocada al fracaso. Además de los cambios organizativos y de estructura de puestos de trabajo, muchos funcionarios tendrán que aprender a manejar las nuevas tecnologías, de lo que tenemos un reciente y desalentador precedente con la puesta en marcha de la plataforma Nefis.

Remató Mazón su discurso afirmando que el plan Simplifica tendrá un "coste cero" porque no hará falta contratar a nadie, sino que "se reubicará al personal existente"; es decir, se moverá a los inamovibles funcionarios. Y volví a sonreír recordando a Mariano José de Larra en Vuelva usted mañana (1833): "Al llegar aquí monsieur Sans-délai, traté de reprimir una carcajada que me andaba retozando ya hacía rato en el cuerpo, y si mi educación logró sofocar mi inoportuna jovialidad, no fue bastante para impedir que se asomase a mis labios una suave sonrisa de asombro y de lástima que sus planes ejecutivos me sacaban al rostro mal de mi grado".

PS: Pocas horas después de presentar el plan, la Generalitat retiró de su página web y sus redes sociales toda referencia al acto, anticipándose a la reprimenda de la Junta Electoral Provincial de Valencia tras una denuncia del PSPV porque el autobombo está prohibido en período preelectoral. Con ello, Mazón evitó una sanción, pero también que la ciudadanía tenga acceso al documento. Como este periódico no es administración pública, aquí les dejo una copia del Plan Simplifica, de indudable interés público.

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