análisis ap - los partidos, en 'modo electoral' en el ayuntamiento 

Todos contra Guanyar y la llamada del PP para censurar a Echávarri 

29/12/2017 - 

ALICANTE. Pleno de castigo para Guanyar. Todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Alicante se valieron de la última sesión ordinaria del año para ajustar cuentas con la plataforma electoral liderada por EU, en busca ya de un efecto desgaste que impida que la marca pueda volver a repetir los resultados cosechados en las municipales de 2015: nada menos que 28.000 votos y seis concejales. Por las intervenciones de sus representantes, todos los grupos políticos parecieron tener claro -ya en clave de precampaña- que Guanyar y su líder, Miguel Ángel Pavón, eran el blanco al que había que derribar con motivaciones distintas. Primero, sus exsocios de PSOE y Compromís, bien por ganar espacio electoral por la izquierda, o bien para restarles apoyos y evitar, así, que su próxima lista pueda convertirse en decisiva para la formación de Gobierno. Y segundo, PP y Ciudadanos (Cs), para que sus números no den pie a la posible formación de otro pacto de progreso que les aleje del poder.        

Lo cierto es que, como resumió el portavoz del PP, Luis Barcala, en los últimos minutos del debate, haciendo gala del castellano más castizo, Guanyar cobró por todos lados. "Va bien dado tanto por el alcalde como por Compromís; y no me extraña porque plantean ustedes un pleno para cobrar con propuestas que lo único que han conseguido es que el gran protagonista de la actualidad, que es el alcalde, salga de aquí casi de rositas", dijo. "Ese es el mérito del alcalde: no se ha cuestionado su falta de legitimidad para ocupar el cargo por su situación personal ni la del equipo de Gobierno, con seis concejales en una clara minoría y sin el respaldo de los votos que les llevaron al poder", insistió.

La lluvia de golpes y críticas comenzó en el debate de su propuesta para tramitar la declaración del saladar de Aguamarga y las lagunas de Fontcalent como parajes naturales. El acuerdo prosperó gracias al respaldo del PP, pero Guanyar ya recibió entonces las primeras andanadas de sus exsocios del PSOE. El concejal de Medio Ambiente, Fernando Marcos, introdujo el estribillo que se repitió a lo largo de todo: "Han tenido dos años y medio para tramitar ese expediente y lo traen ahora", dijo, en alusión a su supuesta incapacidad o falta de trabajo. "Y además lo traen sin tener en cuenta las implicaciones que eso puede tener para el crecimiento de Alicante, en coordinación con los técnicos de Urbanismo", añadió Marcos, tras traer a colación dos referencias directas al relevo del edil Víctor Domínguez como concejal de Limpieza, promovido por sus propios compañeros.

Los ataques se reprodujeron después a cuenta de la propuesta para modificar el Reglamento Orgánico del Pleno (ROP), también defendida por Compromís. PP, Ciudadanos y los dos ediles no adscritos (Nerea Belmonte y Fernando Sepulcre) coincidieron en el oportunismo de la medida y volvieron a recriminar a Guanyar -aunque también a Compromís- que plantease ahora una propuesta de acuerdo que no llegó a promover cuando estaba en el gobierno y podía ejercer presión sobre el PSOE para que cumpliese ese compromiso político. Los socialistas, por su parte, deslegitimaron la iniciativa y reprocharon a Guanyar que tratase de arrogarse el monopolio de la verdad y la coherencia. Así que la iniciativa no prosperó pese a que Compromís apelase a la oportunidad de corregir "una castedada" o de que reprochase al PSOE su confusión sobre la ruptura del pacto de gobierno: "No era un pacto político que puedan considerar roto, era un compromiso con los ciudadanos que les votaron", señaló su portavoz, Natxo Bellido.

Después, también fracasaron sus propuestas para que se aprobase la ordenanza sobre tenencia y protección de los animales impulsada por su edil, Marisol Moreno, y para que se declarase una Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en el Centro que garantizase el derecho constitucional de protección de la salud de los vecinos. PSOE, PP, Cs, los no adscritos y hasta Compromís (que sí votó a favor) abundaron en la crítica expresa sobre la incapacidad de gestión demostrada por Guanyar y sobre el oportunismo de la iniciativa. Pero, además, añadieron otro talón de Aquiles en el que hurgar: la supuesta falta de respaldo a los trabajadores que dependen del sector hostelero. Belmonte, el PP y el PSOE aprovecharon el trance para recriminar a Pavón que, a su juicio, lo único que le haya preocupado es no conceder licencias de ningún tipo. 

Por el flanco de los trabajadores también cargó el propio alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, al intervenir en el debate de otra de las iniciativas de Guanyar: una declaración institucional (que la formación ya había registrado en el pleno de noviembre sin éxito), por la que se instaba a la EUIPO a revisar la adjudicación del contrato de mantenimiento de los sistemas informáticos para evitar el despido de unas 150 personas. La propuesta también fue rechazada. El primer edil insistió en que la EUIPO no podía revisar esa adjudicación, primero porque ya no estaba en plazo; segundo porque incurriría en una modificación de contrato que obligaría a indemnizar; y tercero, porque no se había incurrido en ninguna anomalía. Después, se dirigió directamente a Pavón para recriminarle que volviese a traer una propuesta que ya había sido votada y rechazada y que no podía tener efectos. "Pero, esto es Guanyar; ya nos tiene acostumbrados; vuelva a traer la propuesta el próximo pleno si quiere, por coherencia en la defensa de los trabajadores, aunque luego no le importen ni los del Puerto ni los camareros", subrayó.

Por último, tampoco progresó su declaración institucional para instar al Gobierno a reformar el sistema de pensiones. En el debate, Guanyar también se ganó la crítica del PSOE, al sostener que la propuesta se basaba en mentiras. Así que, todas las embestidas contra Guanyar casi acabaron eclipsando el resto de asuntos debatidos en la sesión, como el acuerdo unánime de retirada de los nombres franquistas del callejero de Alicante. Hasta pasó inadvertido que el nuevo concejal de Limpieza, Fernando Marcos, apuntase -en respuesta a una pregunta de Compromís- que había cogido el testigo de Guanyar y que preveía analizar si los índices de absentismo detectados en la auditoría sobre la contrata de la Limpieza suponía algún tipo de incumplimiento que pudiese ser objeto de penalización por parte de la Concejalía de Contratación.

Sólo un segundo asunto llegó a hacer sombra al vapuleo contra Guanyar: la invitación que el líder de los populares, Luis Barcala, cursó abiertamente a los exsocios del PSOE para plantear una moción de censura contra Echávarri. "Ayer [por el miércoles], Cs dejó claro que no iba a negociar el presupuesto con el PSOE mientras el alcalde no presente su dimisión", dijo. "Si lo que quieren es eso, sean coherentes, retiren todo el apoyo a este equipo de Gobierno y presenten una moción de censura", les animó. En ese caso, el PP barajaría darle su apoyo, como el propio Barcala señaló en una entrevista concedida a Alicante Plaza.                                 

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