UE: el leviatán financiero, a regenerar proyectos

La nueva situación europea que surja de las próximas elecciones de este domingo no moverá un ápice la política restrictiva económica de los 28, si acaso, excepto para la posible creación en materia de seguridad de un ejército común que contrarreste las exigencias de Trump sobre las contribuciones UE-OTAN.

Entre tanto, España se prepara para convertirse en contribuyente neto de la Institución, junto a la nueva y tortuosa etapa impositiva que amenaza a los españoles.

Ya tuvimos, no hace mucho tiempo, un ejemplo claro respecto a “apretarse dos puntos el cinturón”, mediante estos tipos de inmovilismos económicos a través de la interconexión entre Francia y España, concebida inicialmente de interés común, y cuya propuesta había sido elaborada por los transportistas-promotores, siendo suspendida por ambos países.

Considerando que aunque se trataba de una herramienta clave para alcanzar los objetivos del mercado interior, tanto la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) como la Commission de Régulation de Lénergie (CRE), ambos reguladores, consideraron recomendable en estos momentos, valorar los esfuerzos hacia una mayor integración de los mercados de electricidad y de gas en el sudoeste europeo.

El proyecto presentado adolece de no haber recibido apoyo en sucesivos test de mercados, ya que la Península Ibérica es una de las regiones qué por su posición geográfica, tiene un nivel relativamente limitado de interconexión con el resto del mercado europeo.

Los altos costes de la infraestructura, con el nivel de tarifas que resultan de aplicación, junto con el hecho de que ya se disponga actualmente en la interconexión de capacidad interrumpible con un bajo nivel de utilización anual, ello, no garantizarían el acoplamiento de precios de gas con el Norte de Europa, razón, entre otras, por las que habría que buscar otras soluciones más eficientes.

Cómo podrán comprobar nuestros lectores, ventajas y desventajas, político-económicas, quedan ajustadas y listas, según el momento, como se si una moda pret a porter se tratara.