ESTRENO DE LA SéPTIMA TEMPORADA

La crueldad de 'The Walking Dead' no tiene límites: Negan batea un 'home run' al público

El inicio de la séptima temporada de la serie más exitosa de zombis se convirtió en el estreno más visto de la cadena Fox. Un episodio brutal, sádico e inolvidable para todos los seguidores tras despedirse de dos de sus protagonistas

31/10/2016 - 

VALENCIA. Bienvenido Negan. Los supervivientes ahora tienen que hacer frente a un nuevo escenario. Nuevas reglas, dos personajes menos, otros que siguen desaparecidos y un nuevo psicópata que usará cualquier método para imponer su supremacía y atemorizar al grupo de Rick. Un primer capítulo tan esperado en el que todos los seguidores han esperado seis meses para averiguar quién era el elegido para morir tras una sádica cancioncilla infantil y un bate: Lucille. La séptima temporada ha llevado arrasando y resolviendo el cliffhanger y marcándose una de las horas televisivas más sádicas y angustiosas de los últimos tiempos.

La serie de zombies comenzó bajo el titulo de 'The Day Will Come When You Won't Be', un capítulo del que llevamos muchísimo, quizás demasiado, tiempo hablando. La a elección de las dos víctimas es un buen movimiento, uno nuevo "para despistar" y uno de los primeros personajes de la serie para dejar claro que nadie está a salvo. Parece que la serie intentaba darle al público sed de sangre en vez de mostrar de lo que es capaz Negan. Esa sed de sangre que nos han inducido con tanta expectación hace que no nos importe quiénes mueren, que no seamos capaces de sentirnos de luto porque lo que queríamos era ver cabezas destrozadas a manos de Negan y Lucille. Lo brutal es la valentía de acabar con estos personajes, al igual que en los cómics, sobre todo después del engaño de la temporada anterior.  

La serie de los zombis ha retomado la historia en el punto en que se quedó. Con un salto temporal que ha hecho que tardáramos unos minutos en conocer el nombre de las dos primeras víctimas. Un capítulo ambicioso, lleno de lágrimas y de sangre, no apto para cardíacos. Mucha angustia y  vísceras, sesos, ojos fuera de sus cuencas. Demasiada violencia gratuita y sufrimiento. El sufrimiento de los supervivientes se traslada a unos espectadores que ya llevan mucho tiempo a su lado y han conectado emocionalmente con ellos. El agobio va en aumento al estar relatado desde el punto de vista de Rick, el héroe y ahora una simple marioneta. 

¿Quién ha muerto? Abraham y Glenn. El capítulo ha dejado tras de sí cabezas reventadas. Y con estas dos víctimas la serie marca el comienzo de un tiempo nuevo, una era en la que Rick ya no tiene el control y lo tiene Negan. Un personaje que está muy loco y que no atiende a razones. No duda en torturar a los supervivientes dándoles donde más les duele con tal de que estén besándoles los pies. Lucille ya ha salido a pasear y ha saciado su sed de sangre.  Los supervivientes han quedado tocados por las dos violentas muertes y el secuestro de Daryl. Pero Maggie, viuda y embarazada, quiere guerra y no sabemos cómo van a reaccionar los protagonistas.

La trama prácticamente no avanza pero deja un mal cuerpo que podría durar toda la temporada. Lo que podría haberse resuelto en una escena al final de la sexta temporada ha valido para rellenar una season premiere completa.  Lo de Abraham y Glenn ha sido, desde luego, un sorpresivo golpe. El pito-pito-gorgorito pone los pelos de punta y sobre todo cuando se juega con los sentimientos de los seguidores. ¿Y por qué no tres? ¿o cuatro? Ahí se fue construyendo el clímax de tensión. ¿Sería capaz de Rick de cortarle el brazo a su hijo para salvar a todo el grupo de un peor desenlace? La respuesta fue afirmativa, pero ahí estaba Negan para frenarlo y hacernos creer que hay ciertos personajes que son intocables.

La construcción del capítulo es maravillosa, brutal, sin límites y nos han mantenido los primeros 15 minutos pegados a la pantalla sin tragar saliva, esperando saber quién era la víctima escogida por Negan. Un capítulo resolutivo del conflicto que nos vale para conocer a Negan psicológicamente. Una persona consecuente con sus palabras, y con el que deben de tener mucho cuidado. Acusamos a los guionistas de caminar en círculos. Pero realmente el mundo que la serie retrata sólo va a peor porque sólo puede ir a peor. Pasamos de enemigo a enemigo, cada vez peor. El Gobernador en el fondo no era más que un dictadorcillo militar sádico que había perdido el norte. Negan en cambio es un psicópata poderoso.

El sadismo de este episodio estaba calculado para poner a prueba la resistencia del público, algo así como el episodio de la 'Boda roja' de 'Game of thrones'. La brutalidad y las persistentes imágenes de rostros llorosos, aterrorizados rehenes y los planos angulares que hacían parecer a Negan un héroe para los suyos.  La primera víctima fue Abraham, quien es elegido por Negan tras una versión sádica del juego Ta-te-ti-to-tú. Después, tras un enfrentamiento entre Negan y Daryl, el líder decide mostrar su poder al asesinar a Glenn de la misma forma brutal que a Abraham. Negan cumplió su promesa: despedazar física y emocionalmente a los protagonistas.

"Chúpame la polla”, dijo Abraham tras recibir el primer golpe. Un episodio de tortura emocional. No solamente porque resulta insufrible Negan, sino porque Abraham muere con cierta dignidad, riéndose de él mientras acaba con su vida y dando un ejemplo a todos sus compañeros. Por su parte, el villano se da la vuelta y golpea en la cabeza a Glenn. Le pega tan fuerte que le revienta un ojo por completo. Aún así Glenn trata de hablar y dice: "Maggie te encontraré". Mata uno, mata el otro y después destruye psicológicamente al resto, sobre todo a Rick, que ya pasa más a la locura que a la realidad. ¿Cuál es la estrategia de Negan?  Tirar a Rick en medio de una horda de zombies, ordenarle que corte un brazo de su hijo y secuestrar a Daryl para asegurarse de que van a trabajar para él.

Y, mientras nos seguimos preguntando dónde están Tara, Morgan y Carol. ¿Qué tramas heredarán y qué pasará con ellos?

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