opinión

La renta fija está más vigilada que nunca

La retirada de los estímulos monetarios del Banco Central Europeo (BCE) obra a favor de los activos de renta fija, según lo advierte el analista de XTB

13/02/2017 - 

MADRID. Tras un cierre de año en el que Estados Unidos dio el pistoletazo de salida al cambio en su política monetaria, abogando por subir los tipos de interés con el objetivo de prolongar dichas subidas a lo largo de 2017, ha parecido despertar la atención de los inversores del Viejo Continente, poniendo el foco de atención de éstos de nuevo en la renta fija.

Son ya varios los meses en los que hemos apreciado que la rentabilidad del bono alemán a 10 años va aumentando progresivamente. La consecuencia de estas subidas podemos atribuirlas principalmente a la percepción por parte de los inversores de la finalización del programa QE del Banco Central Europeo (BCE) a finales de 2017.

Desde la puesta en marcha del QE, hemos asistido a una inundación de capital en los mercados de renta fija, desincentivando así la inversión en aquellos activos considerados como valores refugio, llegando a ofrecer -como el bono alemán a diez años- rentabilidades negativas a mediados de 2016. De este modo, los inversores apostaron otros activos de mayor riesgo -asociados a la renta variable- buscando como fin último el poder aumentar los niveles de inflación.

Todo ello sin olvidarnos que durante este año podamos ver cierta lateralidad en la TIR del bono alemán a 10 años, oscilando entre el rango de 0,25% y 0,45%. Una circunstancia provocada en parte por el incremento provocado en parte por el incremento en la rentabilidad del bono estadounidense próxima al 2,5%. Por no hablar de la incertidumbre política ante las elecciones de Alemania y Francia, ya que un resultado inesperado podría provocar de nuevo la búsqueda de valores refugio y en consecuencia el bono podría marcar nuevos mínimos.

A corto y medio plazo

Aunque si miramos al futuro, el escenario más sensato para un horizonte temporal de largo plazo, es la continuidad en el incremento de la TIR del bono alemán a 1o años, rompiendo la tendencia bajista que ha seguido desde 2008 y confirmando ese cambio de tendencia de mediados de 2016.

Ahora bien, centrándonos en el corto y medio plazo, no podemos obviar que la prolongación del QE del BCE hasta final de año provocará que las rentabilidades sigan siendo muy bajas y por debajo de la inflación. Todo ello con el objetivo de eliminar el atractivo de aquellos activos considerados como valores refugio entre los cuales se encuentra el bono alemán y de este modo desviar dichas inversiones hacia activos con más riesgo. Sin perder de vista que de darse un aumento de la inflación en Europa podría presionar la TIR de los bonos lo suficiente como para generar un fuerte impulso alcista.

El interés inversor se despertará de nuevo dentro del mercado americano, pero en activos más sólidos y menos volátiles –obviamos el interés ya existente dentro de la renta variable norteamericana-; principalmente en términos de rentabilidad nos encontraríamos con una gran afluencia de capital nominado en dólares dentro del mercado de renta fija norteamericano, lo que desataría un incremento solido de la apreciación del dólar.

Jorge López es analista de XTB

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