Zona de Pous de l'Abiar donde se intuye que está el antiguo lavadero.BENITATXELL. El Ayuntamiento de Benitatxell estudia realizar excavaciones arqueológicas en el entorno de Pous de l’Abiar para sacar el antiguo lavadero, una infraestructura construida en la primera mitad del siglo XX y que rondaría el siglo de antigüedad. El lavadero de l'Abiar fue “un espacio social muy relevante”, especialmente para las mujeres de la época, que acudían andando desde el núcleo antiguo para hacer la colada aprovechando las aguas de los pozos.
En los años 70 se tapó, han precisado fuentes municipales, para construir la actual carretera y las canalizaciones subterráneas, pero hasta ahora se desconocía si el lavadero fue destruido o simplemente se asfaltó encima. El pasado mes de noviembre se llevó a cabo un estudio con georradar para intentar localizar y documentar el antiguo lavadero público.
Las conclusiones del estudio son bastante claras: bajo tierra hay una estructura que podría corresponder a este importante patrimonio histórico, han añadido. Según detalla el informe realizado por la empresa encargada del estudio, “en los perfiles de georradar realizados se han detectado una serie de anomalías, cuyas características nos hacen pensar que podrían corresponder con restos arqueológicos correspondientes a diversas estructuras existentes en la zona investigada”, ha indicado el concejal de Cultura y Patrimonio, Víctor Bisquert.
Marcas donde según el estudio estarían los restos del lavadero.
La profundidad a la que estas anomalías se detectan está comprendida entre los 1,50 y 1,80 m, y las evidencias que aparecen en el dibujo 3D trazado por el georradar coinciden con las estructuras de una imagen aérea de los años 70, cuando todavía no se había tapado el lavadero.
“Este estudio puede suponer un importante hito para la recuperación del patrimonio, la historia y la cultura local, y seguiremos adelante con todo lo que haga falta para poner en valor el antiguo lavadero y toda la zona de los Pous de l’Abiar”, ha señalado Bisquert, quien apunta que ahora el siguiente paso es que un equipo de arqueólogos valore los resultados y dictamine si es posible realizar una futura intervención. Si así se confirmara, el Ayuntamiento baraja dotar de presupuesto para realizar futuras prospecciones arqueológicas con el objetivo de recuperar y potenciar este importante elemento patrimonial.
