'test drive'

BMW X3 2.0d xDrive Steptronic Sport M: la continuidad de lo exclusivo

17/03/2018 - 

MADRID. La tercera generación del BMW X3 es muy continuista en el exterior respecto al modelo que sustituye, pero presenta un gran salto en cuanto a calidad, seguridad y diseño interior, con el objetivo claro de ofrecer un vehículo más preciso y más tecnológico, con un precio que le hace cada vez más exclusivo.

El X3 se lanzó al mercado en 2003 y, hasta que se ha puesto a la venta la actual generación (julio de 2017), ha acumulado más de un millón y medio de unidades vendidas en todo el mundo.

Este volumen de pedidos ha hecho que los ingenieros de la marca hayan sido ciertamente conservadores en el diseño exterior del nuevo X3.

Este SUV mantiene casi al dedillo las dimensiones exteriores de la anterior generación, a excepción de la distancia entre ejes que ha aumentando en cinco centímetros y ha llevado el largo del vehículo a 4,71 metros.

Por lo que respecta a la anchura y la altura, crece 1 centímetros (hasta 1,89 metros) y 1,5 centímetros (hasta 1,68 metros) en comparación con el X3 de 2014.

Mientras que visualmente sí que parece más ancho, no sucede lo mismo con la altura, ya que parece más bajo que antes. Esto se debe a un capó más largo y con mayor caída que antes, así como a un voladizo delantero corto.

También influye en esta apreciación la parrilla ovoide doble tridimensional que le hace al coche parecer más pegado a la carretera, y a las luces antiniebla, que por primera vez en un modelo de la gama X (formada por los todocaminos, SUV) tienen forma hexagonal y no redonda, como sucedía en la segunda generación.

Si frontalmente los cambios son casi para expertos, los laterales son inapreciables, a excepción -como es el caso de la unidad probada por Efe- de que se opte por la línea de acabado M Sport (7.500 euros adicionales) que incluye llantas de 19 pulgadas (opcionalmente hay de hasta 21) y pinzas de freno pintadas en azul.

La línea de hombros que une la delantera con la zaga es más recta y menos ascendente hacia la parte trasera que en el modelo al que reemplaza.

La parte trasera es la que más ha variado el diseño, debido a que los faros son más horizontales y transmiten más solidez (pueden ser de tecnología led con efecto tridimensional); y las colas de escape son dobles para reforzar el dinamismo y deportividad de este SUV, que se sitúa en el medio de la gama X de BMW: por debajo de los X6, X5 y X4; y por encima de los X1 y X2.

Habitáculo del BMW X3: calidad y confort

Si nos centramos en los cambios interiores, como decíamos al principio, el salto en calidad es mayor y en línea con lo que ofrece el X5 (solo 17 centímetros más largo que el X3).

El confort se busca al máximo y como exponente claro de ello nos encontramos, de serie, con un climatizador de tres zonas (puede regularse la temperatura de la parte trasera independientemente de las dos delanteras) y con un parabrisas con material acústicamente aislante (opcionalmente las dos ventanas laterales delanteras pueden llevar ese mismo material).

El volante, de tres radios y multifunción, es más estilizado y deportivo y está más en consonancia con los remates en aluminio de los pedales.

El cuadro de relojes tradicional se sustituye por una instrumentación digital (opcional) de 12,3 pulgadas y la central ya no está encastrada en el salpicadero, sino que adopta una forma flotante y en tamaño 10,2 pulgadas. Ésta última puede repartirse en hasta tres menús diferentes: conectividad, teléfono y ordenador de viaje.

Por si con esas dos amplias pantallas no fuera suficiente para recibir todo tipo de información, en el parabrisas se puede disponer de head-up display en color con la más relevante: el sistema de reconocimiento de señales nos indica también si próximamente hay un ceda el paso o un stop (en este caso nos advierte con un doble pitido).

El conductor, por tanto, desde una posición elevada y ergonómica tiene acceso a toda la información de una forma fácil y clara, a lo que ayuda un instrumentación que está orientada hacia él, como es habitual en BMW.

Y ya que hacemos referencia a la tradición en BMW, destacar que en esto nuevo X3 han hecho un reparto equilibrado del peso entre los ejes del 50:50. Ha sido posible porque se ha reducido el peso del vehículo en 55 kilogramos en comparación con la otra generación y se ha obtenido un coeficiente aerodinámico del 0,29 %, el mejor del segmento SUV en el que milita el X3, según BMW.

Eso hace que el coche disponga de una estabilidad y un equilibrio de primera en recta y en curva. La mayor altura de su carrocería SUV frente a un turismo no le penaliza con oscilaciones producidas por los cambios de apoyo en los tramos revirados.

Los ingenieros han reducido las masas no suspendidas con el uso de cojinetes basculantes de aluminio y de barras estabilizadoras huecas. Asimismo, han conseguido un mejor guiado de las ruedas delanteras desde la dirección asistida con función Servotronic.

Para un mayor confort del pasaje han optado por un eje delantero de doble articulación y uno posterior de cinco brazos. Con el acabado M Sport el chasis, el reglaje de la amortiguación y suspensión es más duro, y las barras estabilizadoras son más rígidas.

También es diferente el sistema de frenado. Las pinzas delanteras son de aluminio, de color azul y de cuatro pistones; y los discos son de mayor diámetro y con más resistencia a la fatiga, con lo que reducen la distancia de frenado respecto a otros de la competencia.

La unidad probada cuenta con selector de modos de conducción (está en el lado izquierdo de la palanca de cambios): Eco Pro, Comfort y Sport.

Comfort es en el que va por defecto, mientras que los otros dos deben ser seleccionados, en función de si se quiere ir rápido o se quiere ser ahorrador.

En la prueba realizada por Efe, en la que se han aprovechado los desplazamientos por ciudad para abusar del modelo Eco Pro, se ha conseguido un consumo de 7,1 l/100 km y se ha logrado una autonomía extra de casi 20 kilómetros, según el ordenador del coche.

El motor que propulsa la unidad analizada es el diésel de cuatro cilindros, dos litros de cubicaje y 190 CV con turbo con geometría variable e inyección common-rail con presiones de inyección de hasta 2.500 bar.

Incluye tecnología BMW Blue Performance para purificar los gases de escape y cuenta con filtro de partículas, catalizador de oxidación y de acumulación de NOx y un catalizador SCR con inyección AdBlue.

Los valores son los mismos que en el modelo anterior: consumo combinado de combustible de 5-5,4 l/100 km, emisiones combinadas de CO2 de 132-142 g/km, par motor máximo de 400 Nm disponible entre 1.750 y 2.500 rpm, aceleración de 0 a 100 km/h en 8 segundos y velocidad máxima de 213 km/h.

El citado propulsor está ligado a una caja automática Steptronic de 8 relaciones, en la que las levas son opcionales. A su comportamiento pocas tachas se le pueden poner. Es rápido cuando optamos por un modo deportivo y más lineal en el Comfort.

Los 190 CV que ofrece son suficientes para poner en marcha y lanzar a cruceros elevados a este X3, que se asemeja en comportamiento dinámico más a un turismo que a un SUV al uso.

Para los que busquen una evolución más racing disponen del 2.5d de 231 CV (desde 53.450 euros) o el 3.0d de 265 CV (desde 59.500 euros).

También si creen que 190 CV son muchos, pueden bajar un peldaño y comprarse un 1.8d de 150 CV(desde 42.950 euros con caja manual y tracción a dos ruedas).

En definitiva, la versión 2.0d es la más equilibrada del conjunto para un conductor que busque un todocamino con un comportamiento muy bueno en asfalto y con un propulsor muy solvente que le permita ir ligero en velocidad con el coche a plena carga (el maletero cubica 550 litros).

El problema es que si no dispone de un presupuesto holgado no podrá hacerse con una unidad de esta versión, ya que su tarifa de partida es de 51.177 (51.000 sin levas en el volante).

Es un vehículo exclusivo que para hacerle más deportivo hay que desembolsar otros 7.400 euros para hacernos con el acabado M Sport (llantas de aleación de 19 pulgadas, asientos de combinación tela/cuero, molduras interior de aluminio, el sistema de navegación business, asientos deportivos, entre otros elementos)

Como vehículo premium que es ofrece una larga lista de opcionales, que se pueden agrupar en paquetes: travel (1.849 euros), Comfort (2.219 euros), Connectivity (2.821 euros), Innovation (3.074 euros).

Además, como novedad, BMW ofrece una versión Individual del X3, lo que conlleva poder elegir el exclusivo color exterior Sonnenstein metalizado.

Muy aconsejable, por nitidez y porque evitaremos muchos arañazos, es el sistema de cámaras para el aparcamiento, que ofrecen imágenes tanto delanteras como traseras, lo que facilita enormemente las maniobras.

Por tanto, la última generación es más costosa que la anterior, pero a cambio ofrece un mejor comportamiento en marcha, más calidad, más conectividad y más asistentes a la conducción, y lo que es más importante, un mayor equipo de serie.

Aunque pocos serán los que se aventuren con su vehículo fuera de la carretera, comentar que ladistancia de la carrocería al suelo es de 204 milímetros, que los ángulos de ataque, salida y ventral son 25,7º, 22,6º y 19,4°, respectivamente; y que la capacidad de vadeo es de 500 milímetros.


Noticias relacionadas

next
x