Calma tensa en el Hércules

14/05/2018 - 

ALICANTE. El Hércules puso fin este domingo a la temporada 2017/18 pero todavía parece pronto para decir que la 2018/19 ha echado a andar.

La entidad del Rico Pérez trata estos días de ganar tiempo ante las dos graves amenazas para su supervivencia que suponen la deuda con la Comisión Europea y la Agencia Tributaria, pero también se trabaja en la planificación deportiva del próximo curso. El problema es que, como ya ocurriera hace un año (aunque entonces la reclamación de siete millones de euros de Bruselas no estaba en vigor), lo económico y lo deportivo están íntimamente ligados en un club donde además nada es nunca lo que parece, por lo que todo apunta a que habrá que armarse de paciencia y esperar que los avances, que todo apunta a que serán lentos, al menos sean en la dirección deseada.

Retomados los contactos con el fisco y en puertas de la interposición del cacareado recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Hércules tiene también que anunciar una lista de bajas, cerrar la contratación de un nuevo técnico y, al tiempo que negocia la rescisión de los muchos jugadores con contrato en vigor con los que no contará, hacer lo propio con aquellos llamados a ocupar su hueco en la plantilla; todo lo anterior, a ser posible, en ese orden.

Con la salvedad de los lesionados, la plantilla al completo se ejercitaba este lunes bajo las órdenes de Visnjic, algo que está previsto que siga siendo así mientras no se den a conocer las primeras decisiones en materia de planificación deportiva.

Sin en lo económico Carlos Parodi y Quique Hernández tiene una difícil papeleta por delante, la de Javier García Portillo no se queda atrás y es que el Hércules tiene actualmente 13 jugadores con contrato en vigor para el próximo curso y no cuenta con la mayoría de ellos. Además, de entre aquellos que finalizan contrato el 30 de junio hay varios que, por el contrario, sí interesan.

El temor a que se reproduzca la situación vivida hace un año, cuando con el paso de los días las primeras opciones de la lista de fichajes se iban escapando mientras tampoco se lograba encauzar el pago de la deuda con la Agencia Tributaria, es muy real; las consecuencias de lo anterior durante este curso han sido nefastas, algo que pone los pelos de punta si tenemos presente que la temporada 2018/19 es la última bola extra de que dispone el Hércules, pues parece harto difícil que se pueda seguir esquivando más allá de 12 meses la amenaza de liquidación que representa el impago de la deuda con Hacienda y especialmente la que reclama Bruselas.

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