BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm sigue endeudándose para pagar sus inversiones en proyectos y obras. El pleno extraordinario celebrado este viernes ha aprobado la licitación de un nuevo préstamo bancario. Una actuación que posiciona al municipio más cerca del límite. Según los informes a los que ha tenido acceso este diario, con la petición de los 9,2 millones de euros la deuda viva se sitúa en el 58,90% respecto a los ingresos liquidados en 2022. Al 75% tendrán que pedir autorización al Ministerio para solicitar nuevas operaciones.
Como ya adelantara este diario, la intención del gobierno es financiar hasta 27 actuaciones, una de ellas incluso terminada desde hace tiempo, como son los 1,2 millones de euros pendientes de la primera fase de la obra de remodelación de la avenida del Mediterráneo. Montantes también altos para la renovación de la plaza de toros (1,5 millones de euros), mejoras en el bombeo de la Epsar (752.000 euros), la implantación de la zona verde y naranja (784.000 euros) o las mejoras de las redes hidráulicas del barrio de Els Tolls (652.000 euros).
Con la solicitud de este préstamo, la deuda viva del Ayuntamiento a 10 de julio, incluido el importe no dispuesto de los préstamos concertados y la nueva operación propuesta, se sitúa en 62.527.455,51 euros. Una cifra que empieza a preocupar a la oposición, como han manifestado en el pleno la portavoz del PSOE, Cristina Escoda, y el de Vox, Miguel San Martín. Hay que tener en cuenta que al cierre de 2021, la deuda registrada según el informe del Ministerio de Hacienda era de 8,9 millones de euros. Por su parte, la edil de Hacienda, Aida García Mayor, remarcó que la cuantía está todavía por debajo de ese 75% y se trataba de una operación "justificada".
Los socialistas aprovecharon para criticar la gestión del gobierno local en un pleno en el que además de este préstamo, recalcaron la intención de dar continuidad a dos contratos caducados. Ejemplo, dijo, de la forma de actuar del PP. Se trata de los servicios de mantenimiento de parques y jardines así como la limpieza de dependencias municipales y centros educativos, para los que se ha iniciado los trámites para licitar el nuevo contrato, con los pliegos sin aprobar todavía. A su vez, los socialistas vaticinaron que este no será el último préstamo que pida el Consistorio.
El Ayuntamiento de Benidorm pedirá un nuevo préstamo de 9,2 millones de euros
Pero, ¿qué dicen los informes económicos? El área de Intervención analiza si las arcas municipales tienen capacidad de hacer frente a las obligaciones del crédito. Para ello, señalan que el ahorro bruto de la liquidación del presupuesto de 2022 es de 20.129.721,88 euros. A lo que si se descuenta la anualidad teórica de la amortización de las operaciones concertadas y aún vigentes, incluida la que se acaba de aprobar, el ahorro neto se queda en los 13.305.193,45 euros. Es decir, sí tiene capacidad para hacer frente.
Por lo que respecta al cumplimiento de las condiciones de elegibilidad para concertar el préstamo, hay tres criterios que se analizar a continuación. En primer lugar, la estabilidad presupuestaria: la ejecución del primer trimestre de 2022 arroja una capacidad de financiación de -32.196.139,01 euros, por lo que el Ayuntamiento no cumple con el objetivo de estabilidad. "Este resultado es coherente con las solicitudes de financiación tramitadas en 2023", dice el informe.
Por lo que respecta al endeudamiento. La deuda viva del Ayuntamiento sigue sin llegar al 75%. Mientras que el periodo medio de pago a proveedores no puede superar los 30 días. Esta se sitúa en 37,25 días. Sin embargo, el informe señala que se trata de una situación puntual que se dispara en el primer trimestre, sabiendo que en 2021 era del 41,15 días, pero el resto del año está en torno a los seis días. Es más, el último trimestre de 2022 era de 4,23 días.
"No es una causa de problemas de liquidez en la tesorería", apunta, sino por la aplicación al presupuesto de 2022 de facturas recibidas a comienzos de 2023, especialmente las relativas a inversiones pendientes de terminar del 2022, y cuya retroacción en su fecha de devengo para estos fines ha provocado una morosidad ficticia en la situación real de la tesorería municipal.
