la presidenta saliente se centrará en un proyecto tecnológico en pikolinos

La CEV, obligada a encontrar un perfil similar al de Rosana Perán para consolidar su proyecto

18/07/2018 - 

ALICANTE. La dimisión de Rosana Perán como presidenta del consejo provincial de la CEV en Alicante, apenas cuatro meses después de su elección, ha dejado descolocados a sus compañeros en la organización empresarial. Si bien era una decisión que la empresaria barruntaba desde hacía algunos meses, nadie excepto el presidente autonómico de la organización, Salvador Navarro (que acudió a la reunión del consejo, algo poco habitual), conocía sus intenciones al iniciarse la reunión donde iba a anunciarla, que se celebró este martes en las instalaciones de IFA.

El motivo, explicado por la propia Perán, es la puesta en marcha de un nuevo proyecto interno en su empresa, la mayor empresa de calzado de la provincia (excepción hecha de Tempe, del grupo Inditex), relacionado con la digitalización de los procesos. Al margen de este proyecto, que tiene un plazo de ejecución de dos años, la vicepresidenta de Pikolinos tiene que viajar con frecuencia al extranjero (fundamentalmente China), lo que le impedía prestar toda la atención debida al incipiente proyecto de la CEV en Alicante. Inicialmente, la empresaria se había propuesto aguantar hasta septiembre y dimitir entonces, pero finalmente se ha optado por adelantar los plazos para que la organización comience el curso político con un nuevo presidente o presidenta.

Así, la solución transitoria por la que se ha optado es porque el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, vicepresidente de CEV, asuma de forma interina las funciones de la presidenta saliente del consejo (pero no el cargo), hasta que se celebren unas nuevas elecciones a la dirección alicantina. El proceso, de hecho, se convocará de forma inmediata, en la reunión de la junta directiva de la CEV que se celebra este jueves, y se abrirá un plazo de 40 días para que los empresarios de la provincia que forman parte de la patronal presenten sus candidaturas. La idea es que la votación, si fuera necesaria, se lleve a cabo la segunda semana de septiembre, y en ella podrán participar todos los socios alicantinos de la patronal que estén dados de alta para entonces.

El propio Toni Mayor descartaba este jueves que fuera a presentarse a esa elección, en la que la CEV alicantina tiene que intentar consolidar el proyecto que acababa de poner en marcha Perán, coronado con la entrada de los vocales alicantinos en la CEOE y la reunión del pasado junio con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la Casa de las Brujas. Es decir, la organización empresarial está obligada a encontrar un perfil similar al de la vicepresidenta de Pikolinos, para otorgar cierta continuidad a un proyecto que nacía hace apenas cuatro meses. "Sería un error volver a un perfil como los del pasado", señalaban las fuentes consultadas por este diario. La idea es que sea alguien joven, que encarne un modelo de éxito en su empresa y que se destaque por su defensa de la provincia. 

Todas las cualidades que aportaba al cargo Péran, que además contaba con el plus de ser la primera mujer que alcanzaba el cargo. La vicepresidenta de Pikolinos era de hecho la persona idónea (y por ello no tuvo oposición al postularse) porque desmontaba el discurso de los empresarios alicantinos críticos con la CEV sobre una presunta intromisión valenciana. Asimismo, encarnaba el relevo generacional pendiente en las organizaciones empresariales desde antes de la crisis, y un perfil institucional capaz de aglutinar en torno a sí a las asociaciones y empresas de la provincia que aún no habían dado el paso. Desde su elección, la patronal autonómica sumó a organizaciones como la de Esteticistas y Maquilladores (Aempae) y la de los empresarios de hostelería (Apeha), que fueron a su vez fundadoras de la patronal 'rival', Uepal.

Por otra parte, el nuevo presidente o presidenta de la CEV en Alicante tendrá que aportar al cargo una mayor proactividad, una vez asentado el proyecto y ocupado el espacio patronal de Alicante. A partir de septiembre, habrá que tejer una intensa agenda de reivindicaciones ante los poderes públicos y seguir captando asociados, para reducir al máximo la brecha entre las empresas y asociaciones que se han sumado al proyecto autonómico y los que aún recelan y apuestan por Uepal (a la que la CEOE ha cerrado la puerta en beneficio de CEV). En septiembre también se tomará posesión de la antigua sede de Coepa en la calle Orense, según los cálculos de Salvador Navarro, que perfila los últimos detalles con el liquidador de la extinta patronal alicantina, donde empezará a trabajar un secretario general contratado por la CEV, y apoyado por los servicios centrales de la organización autonómica.

Perán, por su parte, seguirá vinculada a los órganos directivos de la CEV (en mayo fue elegida vocal en la CEOE), porque tal como señaló en su despedida "es el proyecto de futuro". "Por motivos personales, ha salido un proyecto en Pikolinos, y voy a estar prácticamente dos años dedicándole el 100% del tiempo a la empresa y no voy a poder liderar el proyecto". El presidente autonómico de la CEV admitió que le produce "mucho coraje" la salida de Perán, a la que agradeció el trabajo realizado estos meses y recalcó que la directiva "seguirá en los órganos de gobierno, no en primera línea". Este jueves, por otro lado, se anunciarán nuevos 'fichajes' de la patronal en la provincia de Alicante, la última gestión de Perán antes de dimitir, así como en la de Castellón.

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