Calle del polígono de Las Atalayas, en Alicante. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. A pesar de la inflación, la crisis financiera y las nuevas subidas de tipos, los empresarios alicantinos mantienen el optimismo respecto a la marcha de sus negocios y mejoran sus perspectivas de facturación para los próximos meses, así como su intención de llevar a cabo inversiones. Es la parajoda que recoge en sus resultados la oleada de mayo del Observatorio de la Expectativa Empresarial de Alicante (OEXA), que elaboran el Observatorio Económico de Alicante y la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), y que cada trimestre publica en exclusiva Alicante Plaza.
Esta disonancia entre los indicadores macroeconómicos (y las decisiones de los bancos centrales) y la marcha de la microeconomía alicantina obedece, a juicio de los autores del estudio, José Antonio Trigueros y Juan Seguí, y del presidente de Uepal, César Quintanilla, a la 'idiosincrasia' de la economía alicantina: la Costa Blanca no tiene industrias gasintensivas, y el turismo y el sector servicios, que se ha recuperado de forma notable, son el principal componente del PIB provincial. No obstante, todos advierten de que la política monetaria teminará pasando factura, por lo que se muestran cautos y alertan de la incertidumbre.
En este sentido, solo un 23% de las empresas encuestadas consideran que sus ingresos se reducirán "algo" en los próximos 12 meses, mientras el 53% vaticina que se mantendrán estables y otro 23% afirma que crecerán "algo" o "mucho" (6,7%). Hace un trimestre, el 37% de las empresas esperaban ver retroceder su volumen de negocio, y solo un 21% esperaba facturar más. En cuanto al corto plazo, un 50% de los encuestados espera mantener su facturación el próximo trimestre, y un 30% cree que aumentará.
En este escenario, un 43,3% de las empresas alicantinas tiene previsto realizar inversiones a medio y largo plazo, cuando el trimestre anterior este grupo representaba solo el 38,1%. También aumenta el número de empresas que tiene previsto incrementar sus plantillas: un 26,7% de los encuestados asegura que va a contratar más personal a corto plazo, cuando hace un trimestre este porcentaje ascendía al 23,7%. "Los valores de este bloque indican mejores datos que en la entrevista anterior, tanto la perspectiva de ingreso como la capacidad de invertir, aumentan", indican los autores, que también destacan que "la expectativa de contratación también crece, aunque tímidamente".
Pese al optimismo en cuanto a la marcha particular de sus empresas, los encuestados aseguran sentirse fuertemente impactados por la crisis energética y la de suministros, y juzgan de manera bastante severa la gestión del Gobierno ante el escenario macro. Un 33,3% de las empresas aprueba 'por los pelos' la gestión del Ejecutivo, y solo un 3,3% la ve positiva. En el lado contrario, el 63,4% la ve mala o muy mala. "El optimismo concede un poco de aire a la gestión gubernamental, aunque sigue siendo evidente el suspenso general", indican los autores.
En cuanto a la inflación, el 100% de las empresas alicantinas asegura sentirse afectada, aunque en diferente grado. Un 27% dice que le afecta "algo", un 51,7% "bastante", y un 20,7% de las empresas de la provincia dice que afecta "totalmente" al negocio. El trimestre anterior, aún había un 13,2% de empresas que decían sentirse "poco" afectadas por esta crisis. En cuanto al precio de la energía, que se ha moderado en los últimos meses, el impacto se atenúa respecto a enero: las empresas que se ven afectadas mucho o muchísimo pasan del 74% de hace un trimestre al 68%. "Parece que cede un poco el impacto de la crisis de energía y de abastecimiento, sin embargo la inflación si polariza las respuesta a los valores negativos".
Por último, los empresarios alicantinos juzgan de forma muy negativa tanto la fiscalidad que se aplica a las pymes como el uso de los fondos europeos Next Generation, que como se temía, no se están aprovechando. En el primer caso, un 93% de los encuestados piensa que la fiscalidad a pymes y autónomos es "muy alta" o "alta" en comparación con la media europea, mientras el 7% restante la ve "igual". Hace un trimestre, eran un 84% los que veían la fiscalidad elevada. "Parece aún más evidente que la percepción sobre la fiscalidad es muy alta en comparación con la media europea", indica el informe.
En cuanto a los fondos Next Generation, que protagonizan la pregunta abierta de esta oleada, y aunque algunas respuestas son optimistas (en cuanto a la expectativa de poder recibir alguna ayuda), la mayoría los califican de "oportunidad perdida de modernizar estructuras y modelos productivos", o los ven "muy mal gestionados, más gastados que invertidos". Otros dicen que "no esperamos resultados", y también denuncian que "no estan llegando a las pymes", porque "la burocracia los inhabilita" o "los condicionantes son muy complicados de cumplir". Así, muchas empresas no han pedido ayudas porque las ven inaccesibles, y otras porque no las necesitan. Alguna respuesta sí asegura que ha solicitado fondos.
