PLATAFORMA CON RESTAURANTE EN LA BOCANA DE LA DÁRSENA INTERIOR POR 2,1 MILLONES

Así será la 'isla flotante', que echa a rodar con las catas: 34 x 20 metros y unida por transbordador

17/03/2022 - 

ALICANTE. La isla flotante concebida por el Puerto de Alicante en la bocana de la dársena interior para conectar los muelles de Levante y Poniente echa a rodar con los primeros trabajos previos para su construcción en la que será una de las primeras actuaciones que tendrá que pilotar el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, Julián López. La empresa adjudicataria de sus obras, Vías y Construcciones, del Grupo ACS, prevé abordar las primeras catas submarinas en las próximas semanas, según se dio a conocer este miércoles en el transcurso de la presentación de la segunda convocatoria de proyectos innovadores Ports 4.0. 

Se trata de trabajos necesarios para evaluar el estado del fondo marino en el que debe anclarse la estructura flotante para garantizar su estabilidad, mediante la instalación de pilotes de hormigón de unos 14 metros de longitud. Su construcción, parte con un presupuesto de 2,1 millones, y debe quedar terminada en un plazo de cinco meses desde el inicio de las obras, como ya ha informado este diario.

¿Cómo será esa plataforma y cuál es la función que se le pretende dar? Salvo modificaciones posteriores, se prevé la instalación de una plataforma completamente diáfana de 34,80 metros de longitud y 20 de anchura, con una forma rectangular salvo en su extremo orientado hacia el exterior de la dársena, que será curvo. Sobre ella, se prevé situar un restaurante como elemento tractor capaz de generar tránsito de público, que será trasladado desde ambos extremos de la bocana mediante un servicio de transbordador, que -en un futuro- podría llegar a tener un funcionamiento autónomo (sin tripulación), basado en la inteligencia artificial.

El Puerto descartó la construcción de un puente levadizo al tener que izarse para permitir el tránsito de hasta 1.600 embarcaciones

Esa plataforma flotante con restaurante quedará situada a 50 metros de los extremos de los dos muelles, de modo que se garantizará un pasillo de esa misma amplitud para permitir el tránsito de las embarcaciones atracadas en los cerca de 1.600 amarres distribuidos en la marina de la dársena interior. 

La existencia de tal número de embarcaciones habría sido, precisamente, la circunstancia que habría llevado a descartar la alternativa inicial para conectar los dos muelles: la construcción de un puente levadizo. El propio director del Puerto, Carlos Eleno, explicó que esa es la opción por la que se optó en el Port Vell de Barcelona, con la salvedad de que, en ese caso, se trataba de una solución razonable, en la medida en que debía elevarse en un número de ocasiones mucho menor, para permitir el tránsito de unas 450 embarcaciones. 

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