Exterior de la escuela de negocios de la Cámara de Sevilla. Foto: EUSAALICANTE. La futura escuela de negocios de la Cámara de Comercio de Alicante, aunque sea aún un mero proyecto, está ya perfectamente definida. Fuentes conocedoras de la iniciativa, que se bautizará Campus Cámara School, señalan que sus impulsores tienen ya estudiadas incluso las necesidades de personal y el precio de los MBA (Executive y Posgrado) que ofrecería a sus alumnos. En este sentido, se calcula que el 'campus para directivos' podría arrancar con una plantilla de ocho o diez personas, contando personal de base (administrativo y de atención al cliente), coordinadores y directivos.
Como adelantó este viernes Alicante Plaza, el 'campus' de la Cámara de Alicante se inspira en la escuela de negocios que tiene su homóloga en Sevilla, aunque en este caso hay que tener en cuenta que la institución sevillana entró como accionista de una escuela que ya funcionaba, la EUSA, adscrita además a la Universidad hispalense. En todo caso, el modelo sería similar: un campus enfocado a directivos y cuadros intermedios de las empresas de la provincia, con formación sectorial según los intereses de las firmas (incluso 'in company') en torno a los dos MBA nucleares.
Para poner en marcha esa formación sectorial e incluso a la carta, la futura escuela de negocios trabajaría para cerrar alianzas con las principales asociaciones sectoriales de empresarios de la provincia: por ejemplo con Hosbec para aquellos títulos relacionados con el turismo, con Avecal para el calzado, Facpyme para el comercio... Estas sectoriales no solo participarían en el diseño de la formación específica a ofertar a sus asociados, sino que podrían actuar también como prescriptores. La idea, en este sentido, es que la escuela se autofinancie con los ingresos de las matrículas, más allá de que también pueda acoger cursos subvencionados por Labora.
Al margen de la oferta enfocada a empresarios y directivos (y estudiantes de especialidades económicas), el futuro Campus Cámara School se propone también incorporar dos novedades respecto a las escuelas de negocios clásicas. Por un lado, asociarse con la Alianza por la Formación Profesional, la Fundación Bertelsmann y la Cámara de España para implantar tanto la FP como la FP Dual, una demanda aún sin resolver de las empresas de la provincia. Y por otro, participar en el programa Erasmus+ en sus distintas modalidades, para favorecer la formación práctica de los alumnos en un entorno internacional.
El proyecto viene larvándose desde hace meses y ya tenía forma antes del verano. Sin embargo, la situación judicial de la escuela de negocios histórica de Alicante, Fundesem, en un concurso de acreedores cuyo plan de viabilidad depende de que el Ivace acepte ahora la entrada en el edificio de la Universidad Europea, podría convertir el 'campus' de la Cámara en el 'plan B' para que Alicante tenga una escuela de negocios fuerte si la primera cae. De hecho, como adelantó Alicante Plaza, la Cámara y el Ayuntamiento de Alicante ya sondearon esta opción en un encuentro poco después de que Fundesem pidiese el concurso.
Más allá del emplazamiento definitivo de dicho campus, el proyecto formativo de la institución cameral busca ponerse en marcha cuanto antes, y para ello tantea llegar a acuerdos con instalaciones educativas de la provincia para aprovechar sus aulas en horario vespertino, de forma que el campus pueda echar a rodar cuanto antes. En todo caso, la Cámara ya está en Fundesem, y su propuesta de campus tendría mejor encaje a ojos de Economía que la de la Universidad Europea, pues se trata de una institución de derecho público que, además, está tutelada por la propia Conselleria.
Este miércoles, el patronato de Fundesem dio el visto bueno a que la nueva oferta de la Universidad Europea (compartir el edificio, aportar 1,25 millones de liquidez para afrontar pagos perentorios y tomar el control de la gestión con mayoría en la directiva y el gerente) se convierta en el plan de viabilidad que la fundación presentará a los acreedores para aprobar el convenio, que además contempla una quita del 50%. El problema no es tanto esa quita, que puede darse casi por sentada dada la dinámica de un concurso de acreedores, como que el Ivace acepte la entrada de la Universidad Europea, un centro privado, en un edificio público construido sobre suelo municipal.
