Acceso a la sede de la escuela de negocios alicantina FundesemALICANTE. El juicio previsto para el próximo lunes por la deuda que la escuela de negocios alicantina Fundesem Business School (FBS) mantiene con el Ivace no se llegará a celebrar. El instituto de la Conselleria de Economía, al que la escuela adeuda 1,2 millones de euros por el alquiler de los últimos seis años, ha solicitado en el juzgado la suspensión de la vista tras el registro, por parte de Fundesem, de una propuesta para refinanciar la deuda y pactar un nuevo alquiler más asequible.
Tal como desveló Alicante Plaza en exclusiva, Fundesem llevó al juzgado la propuesta a mediados de octubre, tras mantener varias reuniones con el Ivace para consensuar los términos de esa propuesta. Se trataba de un trámite judicial necesario en tanto que Abogacía de la Generalitat había presentado una reclamación de cantidad contra la escuela a principios de 2017, cuando venció el contrato de alquiler anterior que ahora hay que novar. Tras la suspensión de la vista, ahora las dos partes tendrán que perfilar el acuerdo definitivo para cerrar el trámite y firmar el nuevo alquiler.
La propuesta que tiene el juzgado no contempla minorar la deuda en el importe de las obras pendientes en la sede, que un peritaje firmado por el Colegio de Arquitectos cifra en 465.000 euros. De esta forma, las obras y su compensación se negociarán en una segunda fase, una vez certificado el acuerdo para refinanciar la deuda. Como ha venido contando este diario, la nueva renta pasará a ser de 95.000 euros anuales, en lugar de los 150.000 que se devengaban hasta ahora. Al mismo tiempo, Fundesem refinancia a diez años el importe acumulado en los últimos ejercicios. Los flecos se centran en la cantidad en efectivo a entregar como paso previo para sellar el acuerdo.
Evitar una sentencia contraria en la que se reconociera la deuda con el Ivace era clave, puesto que a partir de ahí la fundación que gestiona la escuela habría quedado a merced de cualquier procedimiento de embargo que iniciase la Administración. A pesar de ello, desde Economía siempre se buscó un acuerdo previo para evitar esta situación, dado que el Consell no quería convertirse en el 'liquidador' de Fundesem.
Los problemas para la escuela de negocios comenzaron cuando la crisis hizo caer de forma significativa el número de matrículas y los ingresos no permitían ya afrontar los gastos de funcionamiento, especiamente el alquiler. El actual equipo gestor se encontró con un agujero de 1,5 millones de euros en 2014, que logró reducir a solo 150.000 euros de números rojos al cierre del último curso. La salida de parte de la plantilla y los ajustes en los gastos de funcionamiento han sido claves para afianzar la viabilidad de la escuela.
Como también ha contado este diario, Rosique creó en paralelo la figura del socio protector para captar donaciones entre los empresarios de la provincia, y cerró un acuerdo con la Universidad de la Rioja (UNIR) para ofrecer títulos conjuntos. Una búsqueda de ingresos adicionales que, combinada con el ajuste en los gastos, debe consolidar el futuro de una escuela con medio siglo de historia.
